ADEl republicano subrayó en sus palabras la normalidad con la que pretende que se desarrolle el acto de toma de posesión de Joe Biden previsto para el próximo 20 de enero, tras los incidentes del Capitolio protagonizados por seguidores de Donald Trump el pasado 6 de enero.

Los incidentes y disturbios del Capitolio del pasado 6 de enero siguen resonando con fuerza en la política estadounidense.

Joe Biden y Kamala Harris oficializarán su toma de posesión como presidente y vicepresidenta de Estados Unidos, pero el clima de tensión imperante sigue reinando en Washington D. C. ante el temor de que los incidentes puedan volver a repetirse.

El vicepresidente saliente, Mike Pence, se pronunció sobre estos hechos y garantizó "una transición de poder pacífica" durante ese día, "acorde a la historia y las tradiciones" de Estados Unidos.

Unas palabras que animan a pensar que los incidentes históricos registrados la semana pasada en la sede del poder legislativo no se repetirán.

Pero lo cierto es que sí que habrá anomalías a pesar de que se esté velando por la seguridad del evento, analiza la prensa internacional.

La primera es que el presidente saliente, Donald Trump, no hará parte del evento, algo nada habitual, ya que lo normal es que el mandatario saliente de la bienvenida al entrante e incluso le dedique unas palabras, subraya el sitio France24.com

Además de esto, Washington D. C., y en especial los alrededores de la Casa Blanca y el Capitolio, están totalmente militarizados para proteger la seguridad de la celebración del próximo 20 de enero.

Varios grupos seguidores de Donald Trump y supremacistas blancos ya han convocado manifestaciones y protestas, pero se encontrarán con miles de tropas de la Guardia Nacional.

Pence hizo las declaraciones antes de una sesión informativa de seguridad en la sede de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y durante una reunión con las tropas de la Guardia Nacional que custodiaban el Capitolio de los Estados Unidos.

El vicepresidente se encontraba entre los principales funcionarios estadounidenses que se vieron obligados a esconderse durante el asalto.

Y Pence fue muy crítico con los actos vividos durante el 6 de enero y se vio como la cuestión provocó los primeros enfrentamientos políticos entre él y su presidente, Donald Trump, quien horas antes estuvo alentando en un mitin a la misma masa que luego irrumpió en la sede legislativa del país.