Desde que la oposición anunció el pacto de nuevo Gobierno la semana pasada, Israel sigue atravesando una fuerte tensión política. Mientras los partidos del bloque opositor instan a votar cuánto antes la ratificación del nuevo Ejecutivo, el aún primer ministro en funciones Benjamín Netanyahu y algunos de sus aliados estarían tratando de dilatar el proceso para descomponer la frágil mayoría opositora y permanecer en el cargo.

Yariv Levin, estrecho confidente de Netanyahu y presidente de la Knéset (el Parlamento israelí), anunció este lunes que la votación para ratificar una nueva Administración, integrada por opositores -que incluyen formaciones de derecha a izquierda y cuenta con el apoyo de un partido árabe-, tendrá lugar el próximo 14 de junio. Estaba previsto que el Legislativo se pronunciara a más tardar el miércoles 9 de junio, el último día de la semana en que se reúnen los legisladores, o de lo contrario tendría que aplazarse hasta la siguiente semana, como finalmente ocurrió.

"Se realizará una sesión del parlamento para establecer el Gobierno dentro de siete días, es decir, el 14 de junio de 2021", confirmó Levin.

El primer ministro busca convencer a diputados de derecha en partidos opositores para atraerlos a su favor y evitar que sus rivales, el denominado "bloque del cambio" y conformado por ocho partidos políticos de diversas ideologías, concrete su toma de posesión.

Desde que la oposición anunció el pacto de Gobierno, Netanyahu ha arremetido en su contra acusando a los partidos derechistas Yamina y Nueva Esperanza -ambos integrantes del bloque anti-Netanyahu- de traición.

"Nos opondremos al establecimiento de este peligroso Gobierno del fraude y la rendición (...) Es tarde, pero no demasiado tarde", advirtió Netanyahu el domingo, pero con un tono de urgencia.