Una parada de autobús del condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, concitó la atención internacional este fin de semana, ya que un hombre encontró unas 50 páginas con documentos clasificados del Ministerio de Defensa de Reino Unido que contenían información clasificada sobre la crisis con Rusia por la incursión del destructor británico 'HMS Defender' en el mar Negro, reveló la cadena BBC

Enterada del insólito suceso, la vocera del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, reaccionó diciendo que "Londres ha demostrado otra provocación y un montón de mentiras para encubrirla".

Aunque en su cuenta de Telegram, no se privó de un irónico comentario: "Los agentes 007 ya no son lo que eran. Y ahora una pregunta misteriosa para el Parlamento británico: ¿Para qué necesitamos 'hackers rusos' habiendo paradas de autobús británicas?"

El análisis inicial de la BBC aventuraba que la documentación, entre la que había correos electrónicos y presentaciones en PowerPoint, se había originado en la oficina de un "alto funcionario" del Ministerio de Defensa.

El organismo oficial no sólo confirmó la autenticidad, sino que alegó que un empleado había alertado a la institución de la pérdida de documentos y que se había iniciado una investigación al respecto.

Los análisis allí consignados sobre la crisis ocurrida la semana pasada con el destructor que navegó por aguas frente al disputado territorio de Crimea, ahora bajo soberanía rusa, fueron más allá e incluían los planes para la posible presencia de militares británicos en Afganistán tras la retirada en septiembre de las tropas estadounidenses del país centroasiático.

El caso fue que, el 23 de junio pasado, el destructor británico 'HMS Defender' se había adentrado tres kilómetros en las aguas territoriales de Rusia pese a las advertencias de la Guardia Costera, por lo que un avión de combate Su-24 lanzó cuatro bombas y realizó disparos de advertencia.

La respuesta del Ministerio de Defensa británico consistió en negar que hubiera hecho disparo alguno de advertencia en el mar Negro e hizo hincapié en que el barco se encontraba navegando en aguas ucranianas, antes de describir la operación como un "paso rutinario por un corredor internacionalmente reconocido".

"Paso inocente" del destructor

En este sentido y como muestra de su contenido, en uno de los documentos aparecidos en la vía pública, el Ministerio de Defensa avisaba acerca de una posible respuesta agresiva de Rusia a lo que describía como "el paso inocente" del destructor.

Si bien se consideró una ruta alternativa, que habría alejado al buque de las aguas en disputa, los documentos apuntan a que Rusia habría empleado ese argumento en su favor para decir que Reino Unido aceptaba su soberanía sobre la península.

Las imágenes emitidas por la BBC dan validez a la versión del Kremlin de que Rusia hizo disparos de advertencia a un destructor británico en el mar Negro que había entrado en sus aguas territoriales frente a las costas de Crimea.

El gobierno británico sostiene que fueron disparos de entrenamiento y que volverán a entrar en aguas de Crimea porque no reconocen su anexión a Rusia en 2014.

Jonathan Beale, el periodista de la BBC que iba en el buque británico Defender, contó que hasta veinte aviones rusos sobrevolaron la zona cuando entraron en aguas de la península de Crimea, los cuales les lanzaron disparos de advertencia, y que además les avisaron por radio que debían irse, e incluso que los marinos británicos llevaban trajes químicos.

En la presentación que menciona la BBC, Reino Unido contempló dos opciones para el paso del destructor de Odessa (Ucrania) a Batumi (Georgia).

La primera fue descrita como "segura y profesional", incluido el "esquema de separación de tráfico" cerca de la costa de Crimea.

Al mismo tiempo, el Ejército británico analizó varias opciones de respuesta de la Flota y la Fuerza Aérea rusas, desde "seguras y profesionales" hasta "inseguras y poco profesionales".

Esta ruta, como se señaló en la presentación, "brindará la oportunidad de interactuar con el Gobierno de Ucrania [...] en las aguas territoriales reconocidas por el Reino Unido como de Ucrania".

La segunda versión analizada sugería que el destructor pasaría lejos de Crimea, lo que evitaría la confrontación.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa temía que Moscú pudiera considerarlo como evidencia de que "Reino Unido teme o huye" y que reconoce la pertenencia de estas aguas a Rusia.

Tras valorar todas estas consideraciones, Reino Unido optó por la primera opción.

Moscú considera rusa la franja del mar que rodea a la península de Crimea, cuya anexión en 2014 no ha sido reconocida a nivel internacional, en tanto, Reino Unido estima que pertenece a Ucrania.

Halcones británicos como el exjefe del ejército, Lord Richard Dannatt, interpretan que Vladimir Putin está "poniendo a prueba la voluntad de Occidente" con el enfrentamiento y dijo estar sorprendido “de que el Ministerio de Defensa esté minimizando el incidente.

Calificó de “tontería” la idea de que los disparos de advertencia fueran simplemente parte de un ejercicio de artillería.