Una nueva polémica en el Mar Negro envuelve a Rusia. El Gobierno de Países Bajos aseguró que aviones cazas rusos causaron una “situación peligrosa” el pasado 24 de junio.

Los acusó de volar extremadamente bajo y cerca de la fragata Evertsen de la Armada neerlandesa, a la que hostigó con “simulacros de ataques”, mientras interfería en sus sistemas de comunicación.

Además, las aeronaves de las fuerzas rusas "estaban armadas con bombas y con misiles aire-tierra, destinados a disparar a un objetivo desde el aire”, según informó este martes la ministra de Defensa de Países Bajos, Ank Bijleveld-Schouten.

La funcionaria afirmó que se trató de una acción “irresponsable” que violó el derecho al libre uso del mar y que va en contra de acuerdos firmados entre las dos naciones.

De acuerdo con las autoridades neerlandesas, la situación se prolongó por alrededor de cinco horas y se registró en aguas internacionales, al sureste de Crimea, península anexada por Rusia y que Ucrania sigue reclamando como propia.

El "Evertsen tiene todo el derecho a navegar allí (…) No hay justificación para este tipo de actos agresivos, que aumentan innecesariamente la posibilidad de accidentes", agregó Bijleveld-Schouten.

El Gobierno neerlandés subrayó que abordará este asunto con el Kremlin a nivel diplomático.

Tras las acusaciones de Países Bajos, el Ministerio de Defensa ruso replicó en un comunicado que las fuerzas armadas de su país usaron los aviones de combate "para evitar la violación de las aguas territoriales de la Federación de Rusia'', después de que el Evertsen cambió de rumbo y se dirigió hacia el estrecho de Kerch entre el Mar Negro y el Mar de Azov.

También aseguró que sus aviones de combate volaron a una distancia segura del barco neerlandés y de acuerdo con las regulaciones internacionales.

Según Moscú, después de que sus aeronaves Su-30 y los bombarderos Su-24 hicieran sobrevuelos "a una distancia segura" del Evertsen, el barco cambió de rumbo y zarpó.