Informó el Miami Herald en su portada del domingo que en la madrugada, a la salida de una fiesta de graduación en un restaurante en el suroeste de Miami-Dade, dos vehículos, que se cree son un Chevy Malibu de color oscuro y un Toyota Camry blanco, llegaron al centro comercial donde está el salón, en el SW 104th Street y 109th Court, y alguien o algunas personas desde dentro de los autos comenzaron a disparar.

Tres personas murieron, dos varones y una mujer, y hubo cinco heridos que se encuentran en condición estable.

Según la Policía, uno de los vehículos, al huir del lugar, se estrelló contra un muro del campus del Kendall del Miami Dade College, y otras dos personas murieron.

En el interior se hallaron un arma de fuego y las autoridades investigan cuál es la relación del auto con el tiroteo.

Al dar detalles del hecho a los periodistas en el lugar del incidente, el jefe de la Policía de Miami-Dade, Alfredo “Freddy” Ramírez, sostuvo que “tenemos otro acto de violencia con armas. Había una fiesta que se estaba terminando y cuando las personas se estaban yendo dos carros vinieron y comenzaron a disparar a las personas. Tenemos cinco personas heridas y tres fallecidas”.

Se trata de otro incidente con armas de fuego que ocurre en el condado, a pesar de que las autoridades han prometido medidas para frenar la violencia, señala el diario.

Fin de semana violento en Miami: dos muertos y más de 20 heridos, algunos de gravedad

El Departamento de Policía de Miami-Dade informó que una de las víctimas fatales era una funcionaria del Departamento de Prisiones de la Florida, una mujer aún no identificada que murió en el hospital al que había sido trasladada.

“Nuestra comunidad fue nuevamente golpeada dolorosamente por la violencia con armas de fuego durante la noche. Nadie es inmune, este tiroteo le quitó la vida a una agente penitenciaria. Todos tenemos la responsabilidad de denunciar a estos asesinos. Mi más sentido pésame a los afectados por este intencionado acto de violencia”, expresó Ramirez en su cuenta de Twitter.

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Una semana antes, tres individuos bajaron de una furgoneta y abrieron fuego con fusiles de asalto y pistolas contra los asistentes a un concierto de rap en un salón de banquetes, en este caso en la zona norte del condado.

En un primer momento se informó que habían fallecido dos personas y que hubo más de veinte heridos, pero posteriormente murió uno de estos.

El nuevo suceso de este fin de semana aumenta la preocupación por la violencia armada en la zona, si bien los tiroteos múltiples se han sucedido en otros diversos puntos de EEUU en lo que va de año: más de 200 en todo el país y alrededor de 300 muertos en total.