"¿Estás viendo esta humareda?", pregunta el cacique Beppronti Mekragnotire. "Es porque la deforestación está aumentando cada día", lamenta. Foto: Archivo AFP-NA.

La imagen fue publicada por Greenpeace y muestra humo saliendo del Bosque Nacional Jamanxim - APA (Área de Protección Ambiental) - en el bioma del Amazonas en el municipio de Novo Progresso. Los incendios fueron característicos allí en agosto de 2019.

Decenas de indígenas kayapó mekragnoti mantenían este martes el bloqueo de una importante carretera amazónica del estado brasileño de Pará, negándose a acatar una orden judicial de levantar las barricadas, reportaban medios internacionales.

"No vamos a abrir", dijo a la AFP un portavoz de los indígenas en el punto donde la BR-163, a la altura del municipio de Novo Progresso, permanece bloqueada desde el lunes por la mañana, provocando una fila de camiones de por lo menos 10 kilómetros, con cargas sobre todo de soja y maíz, indica el sitio web France24.com

Armados con palos, flechas y machetes, los indígenas exigen más ayudas contra el coronavirus y mayores compensaciones por los daños ambientales causados por la carretera, construida en los años 70 durante la dictadura militar (1964-1985) y terminada de asfaltar este año.

También reclaman el fin de la deforestación y de la minería ilegal en sus reservas.

El lunes por la noche, una juez federal ordenó a los indígenas desbloquear el tráfico alegando los "trastornos" provocados a la "economía regional" y a los "usuarios de la carretera", principal vía de distribución de las cosechas del centro-oeste de Brasil hasta los puertos fluviales de la Amazonía para su exportación.

La magistrada, Sandra Maria Correia da Silva, instó a la policía vial (PRF) a ejecutar el fallo.

El abogado del Instituto Kabú, que representa a los kayapó mekragnoti, dijo que los indígenas no han sido notificados de la decisión judicial y que seguirán con el corte hasta que las autoridades brasileñas acepten negociar.

Los kayapó mekragnoti, un subgrupo de la etnia kayapó (de la que forma parte el anciano cacique Raoni Metuktire, ícono de la lucha por la conservación de la Amazonía), habitan las reservas de Baú y Menkragnoti, que juntas ocupan 6,5 millones de hectáreas, una superficie un poco mayor que la de un país como Croacia.

De los 1.600 habitantes de las doce aldeas de las dos reservas, cuatro han muerto por el virus y hay unos 400 infectados, según datos de la ONG Kabú.

Los primeros contagios se dieron por el contacto de indígenas con poblaciones urbanas y por la presencia de mineros ilegales en sus reservas.

Los indígenas son un blanco perfecto del coronavirus por sus precarias defensas inmunitarias y la desatención estatal histórica de que son objeto.

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"No vamos a abrir" la ruta, afirman indígenas del Brasil