Nikki Haley abandona la carrera presidencial y le deja el camino libre a Donald Trump
La decisión de la ex candidata asegurará que Trump gane la nominación republicana y se enfrente de nuevo al presidente demócrata Joe Biden.
La ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley planeaba poner fin a su campaña presidencial el miércoles, informó The Wall Street Journal, una decisión que asegurará que Donald Trump gane la nominación republicana y se enfrente de nuevo al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.
El Journal afirmó que Haley no anunciará un respaldo a Donald Trump, pero le animará a ganarse el apoyo de los votantes republicanos e independientes que la respaldaron.
La decisión de Haley de suspender su campaña se produce un día después del Súper Martes, cuando Trump la derrotó rotundamente en 14 de las 15 contiendas por la nominación republicana.
Haley duró más que cualquier otro rival republicano de Trump, pero nunca representó una amenaza seria para el expresidente, cuyo férreo control sobre la base del partido sigue firme a pesar de sus múltiples acusaciones penales.
La revancha entre Trump, de 77 años, y Biden, de 81, la primera repetición de la contienda presidencial estadounidense desde 1956, es algo que pocos estadounidenses quieren.
Las encuestas de opinión muestran que tanto Biden como Trump tienen bajos índices de aprobación entre los votantes.
Muchos de ellos incluso dudan de la estabilidad mental de ambos, reveló ayer un informe de la agencia de noticias Xinhua.
Las elecciones prometen causar profundas divisiones en un país que ya está desgarrado por la polarización política.
Biden presentó a Trump como un peligro existencial para los principios democráticos.
Mientras que Trump (quien cuenta con el aval del presidente de la República Argentina, Javier Milei, su visitante reciente) trató de volver a litigar sus falsas afirmaciones de que ganó en 2020, publicó la agencia de noticias Reuters.
Haley, de 52 años, había obtenido el apoyo de donantes con mucho dinero que intentaban impedir que Trump ganara una tercera nominación presidencial republicana consecutiva, particularmente después de que ella logró una serie de sólidas actuaciones en debates que Trump optó por saltarse.
Al final, no logró convencer a los votantes conservadores lo suficiente ante el dominio de Trump.
Pero su actuación más fuerte entre los republicanos moderados y los independientes (ganó a los votantes no afiliados por un amplio margen en New Hampshire y obtuvo casi el 40% de los votos en Carolina del Sur) puso de relieve cómo el estilo político de tierra arrasada de Trump podría hacerlo vulnerable en las elecciones presidenciales de noviembre.
El 3 de marzo, ganó las primarias republicanas en Washington, DC, con el 62,9% de los votos, frente al 33,2% de Trump.
El martes, su única victoria se produjo en Vermont, un estado pequeño y profundamente demócrata.
Biden tiene su propio bagaje, incluida la preocupación generalizada por su edad.
Tres cuartas partes de los encuestados en una encuesta de Reuters/Ipsos de febrero plantearon que era demasiado mayor para trabajar en el Gobierno, después de haber sido el presidente estadounidense de mayor edad en la historia.
Aproximadamente la mitad de los encuestados dijeron lo mismo sobre Trump.
Cuestiones clave
Al igual que en 2020, es probable que la carrera se reduzca a un puñado de estados indecisos, gracias al sistema de colegio electoral estado por estado en el que el ganador se lo lleva todo y que determina las elecciones presidenciales.
Se espera que Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin se enfrenten muy reñidamente en noviembre.
Los temas centrales de la campaña ya salieron a la luz: a pesar del bajo desempleo, un mercado de valores al rojo vivo y una inflación cada vez menor, los votantes expresaron su descontento con el desempeño económico de Biden.
La otra gran debilidad de Biden es el estado de la frontera entre los Estados Unidos y México, donde una oleada de inmigrantes abrumó al sistema después de que el actual Presidente flexibilizara algunas políticas de la era Trump.
La postura dura de Trump sobre la inmigración -incluida la promesa de iniciar el mayor esfuerzo de deportación de la historia- está en el centro de su campaña, tal como lo fue en 2016.
Los votantes esperan que Trump haga un mejor trabajo tanto en la economía como en la inmigración, según las encuestas de opinión.
La Justicia y Trump
Trump puede verse perseguido por innumerables acusaciones penales a lo largo del año, aunque el calendario de sus juicios sigue sin estar claro.