Las negociaciones que sostuvo el gobierno de Nicaragua, al mando de Daniel Ortega, con la Iglesia Católica para liberar y eventualmente deportar al obispo Rolando Alvarez fracasaron en las últimas horas, por lo que el religioso fue reingresado a la cárcel conocida como "La Modelo".

Alvarez, quien había sido condenado a 26 años de prisión por "traición a la patria", y excarcelado durante algunas horas fue devuelto a prisión ya que se negó a abandonar el país.

Su excarcelación se había concretado gracias a negociaciones entre el gobierno nicaragüense, el Vaticano y el Episcopado, y se trató además el posible destino del religioso.

En las conversaciones se habló sobre la posibilidad de que el obispo Alvarez fuera enviado a Roma, o bien devuelto a prisión en caso de negarse, lo que finalmente sucedió. Así lo confirmó Bianca Jagger, reconocida activista por los Derechos Humanos en su país, con diferentes publicaciones en sus redes sociales.

Por su parte, el obispo hondureño José Antonio Canales sostuvo que "Monseñor Rolando Álvarez no quiere salir de Nicaragua. Quiere ser libre, sin condiciones, en su país".

Alvarez, obispo de la zona rural de Matagalpa y destacado crítico del presidente Daniel Ortega, fue encarcelado el año pasado y condenado este año a 26 años de prisión acusado de traición, tras negarse a ser expulsado a Estados Unidos.

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Los lazos formales entre el gobierno local y el Vaticano se rompieron este año después de que el papa Francisco calificara de dictadura al régimen de Ortega.

La raíz del conflicto se remonta a cinco años atrás, cuando el gobierno apeló a los líderes eclesiásticos para que mediaran en las protestas antigubernamentales que se tornaron violentas con la muerte de más de 300 personas.

Además de Alvarez, otros cuatros religiosos también están encarcelados como consecuencia de sus críticas hacia el gobierno nacional.