Nicaragua excarceló a 12 sacerdotes católicos que estaban procesados por diversas causas y los envió a Roma tras negociaciones entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y el Vaticano.

A través de un comunicado, el Gobierno difundió el miércoles por la noche que los sacerdotes habían sido enviados a Italia después de que funcionarios mantuvieran "fructíferas conversaciones" con autoridades de la Iglesia católica en Nicaragua y el Vaticano.

Ortega acusó a líderes eclesiásticos de actuar en contra de su Gobierno, mientras que el clero nicaragüense se dice víctima de una creciente campaña de persecución mediante arrestos, confiscaciones de bienes y otras medidas legales.

El Gobierno no explicó el porqué de la medida, pero remarcó que la decisión ayudaría a "asegurar y defender la paz". 

La conferencia de obispos católicos de Nicaragua no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de la agencia de noticias Reuters. 

El obispo Rolando Álvarez, uno de los religiosos más influyentes de la iglesia católica nicaragüense y férreo crítico de Ortega, fue condenado a 26 años de cárcel en febrero, pero no se encontraba entre los sacerdotes enviados a Roma.

A principios de año, más de 200 presos políticos fueron enviados a los Estados Unidos, entre los cuales se encontraban prominentes lideres  opositores, periodistas y activistas estudiantiles.