María Branyas, considerada la persona más anciana del mundo, falleció a los 117 años de edad en la residencia de ancianos donde vivía, en la comunidad autónoma de Cataluña, en el noreste de España, anunció hoy martes su familia en redes sociales.

Branyas, quien se convirtió en la persona viva más longeva desde la muerte de la monja francesa Lucile Randon en enero de 2023, "nos ha dejado", difundió la familia, al añadir que "murió como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor".  

En el mismo mensaje, la familia transmitió algunas de las últimas palabras hace unos días de Branyas, quien vivía en un hogar para la tercera edad en la localidad catalana de Olot.  

"Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha", dijo entonces.

Y añadió: "No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y, sobre todo, no sufráis por mí. Ya me conocéis, allá donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo".  

Hija de un periodista, María Branyas nació en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, donde su padre trabajaba, el 4 de marzo de 1907 y en 1914 regresó a España, donde trabajó como enfermera antes de convertirse en funcionaria sanitaria en un hospital en Cataluña.  

Le sobreviven dos hijas y tuvo un hijo que falleció a los 86 años, además de 11 nietos y varios bisnietos.

En 2020, Branyas superó la enfermedad del nuevo coronavirus COVID-19 y según dijo su hija Rosa, había ido a menos desde 2023, al explicar "no le duele nada ni padece ninguna enfermedad" y achacar su estado a la avanzada edad.

(Fuente: Xinhua)