Las milicias kurdas han llevado a cabo un ataque en el norte de Siria, concretamente en el campo de desplazados internos de Al-Hol. Una ONG ya informó hace poco de la presencia de decenas de personas pertenecientes a la organización terrorista Daesh.

En la operación de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) se arrestó a un importante grupo de esas personas, “sospechoso de apoyar a Daesh”, mientras, “alrededor de treinta mujeres y hombres fueron arrestados”, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Además, la fuerza liderada por combatientes kurdos tiene previsto continuar con las ofensivas respaldadas por la coalición anti yihadista internacional, que cuenta con el liderazgo de Estados Unidos.

El conflicto se está centrando en una región que cuenta actualmente con una población de más de 62.000 personas, de las que hasta el 93% son mujeres y niños.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ya ha advertido en numerosas ocasiones de la peligrosidad en la que está derivando la situación en Al-Hol. Y es que desde principios de este año se han registrado al menos 40 muertos, según datos recopilados por el OSDH. “Polvorín yihadista” catalogan los observadores a una región que vive bajo la sombra de una amenaza yihadista que pone en riesgo las vidas de decenas de miles, y que desembocan en operaciones de prevención como la perpetrada por las Fuerzas Democráticas Sirias, denominada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos como “una importante operación de seguridad (...) contra la organización Daesh”.

El coronel Wayne Marotto, portavoz de la coalición internacional afirmó que la ofensiva se está llevando a cabo con la intención de “obstaculizar las actividades de Daesh en el campamento para garantizar la seguridad de sus residentes”.

Sin embargo, la inestabilidad a quien afecta es precisamente a todos los ciudadanos que ven sus hogares rodeados de ataques entre ambos bandos, mientras que ellos siguen siendo los mayores damnificados por las distintas operaciones.

Desde las milicias kurdas se señala a terroristas pertenecientes a Daesh como los responsables de los múltiples asesinatos perpetrados desde que dio comienzo el 2021. Una de las consecuencias trascendentales de esos incidentes ha sido la retirada y el cese de toda actividad de Médicos Sin Fronteras (MSF), debido al asesinato de uno de sus voluntarios que residía en la región junto con su familia. 

A todo ello hay que sumar los más de 110.000 yihadistas que tienen detenidos en cárceles kurdas situada en el país sirio, según datos de Naciones Unidas.

Los países europeos se muestran reacios a repatriar ciudadanos de sus países, algo que perciben de forma muy negativa desde la comunidad kurda ya que “el peligro de Daesh siguen siendo los miles de detenidos y los miles de familias en los campamentos de Al-Hol y Roj que mantienen la ideología extremista”, afirman desde las Fuerzas Democráticas Sirias. Pero si por algo muestran su descontento es por “la falta de acción en la escena internacional para resolver este problema” que está alargando un conflicto que tiene en medio de todo a 62.000 personas.