El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adoptó este lunes un tono de cautela ante el proceso para un eventual asilo político al exmandatario peruano Pedro Castillo, detenido en Lima, al mencionar que la situación en el país sudamericano "está cambiando".

Castillo, un exgobernante de izquierda que fue destituido, quedó detenido por las autoridades peruanas a inicios de este mes luego de intentar disolver el Congreso de manera ilegal y reorganizar el poder judicial.

El exmandatario había buscado asilarse en la embajada de México en Lima poco después de anunciar que cerraría el parlamento, pero fue detenido por la policía y actualmente cumple una prisión preventiva por 18 meses mientras es investigado por "rebelión y conspiración".

"Nosotros tenemos las puertas abiertas en México para el presidente de Perú y su familia, y para todos los que se sientan acosados, perseguidos", señaló López Obrador en su conferencia de prensa matutina.

"(Pero) hay que esperar porque inicialmente sí hubo esa solicitud (de asilo) pero las cosas cambian, hay un diferendo allá, algo que lamentamos mucho", añadió, en referencia a la convulsión política y social surgida tras el arresto de Castillo y que ha derivado en mortales protestas.

Poco después de su detención, el gobierno mexicano se mostró proclive a recibir al exmaestro de primaria, al considerar que esvíctima de una persecución política y tras los reportes de que Castillo intentaba llegar a la embajada del país en Lima poco después de su frustrado intento por disolver el Congreso.

En declaraciones la noche del domingo, la presidenta peruana, Diana Boluarte, anunció que México ya ha otorgado asilo a la esposa e hijos expresidente, un hecho que según dijo fue informado "hace unos días" por la ministra de Relaciones Exteriores, Ana Gervasi.

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"Me comunicó la canciller que el estado mexicano ya había dado el asilo político y yo lo que le dije a la canciller es que proceda conforme a ley", dijo la mandataria, en una entrevista con un programa político nocturno de Panamericana Televisión.

Castillo tiene dos hijos menores y además ha vivido dentro de su familia con una de sus cuñadas, a la que considera él también - y lo ha dicho públicamente- como "su hija".

Además de la investigación por "rebelión" que lleva adelante la justicia peruana, el expresidente encara hace varios meses indagaciones por corrupción y antes de su remoción había sido convocado por el Congreso para responder a acusaciones de "permanente incapacidad moral para gobernar".

(Reportes de Marion Giraldo en Ciudad de México y Marco Aquino en Lima. Editado por Javier Leira, Reuters)