Angela Merkel, quien atraviesa los días finales de su mandato luego de 16 años ininterrumpidos en el gobierno alemán, estuvo en el Gran Palacio del Kremlin y allí debatió con el jefe de Estado, Vladimir Putin, los pormenores del funcionamiento del gasoducto que une el Ártico ruso con Alemania bajo el mar Báltico, pasando a través de Ucrania, a través de 1224 km.

La canciller recordó, durante una rueda de prensa conjunta, que el proyecto Nord Stream 2 es europeo, ya que participan empresas de diversos países.

En ese plano, ya había informado al mandatario ruso durante el encuentro que sostuvieron previamente sobre los acuerdos alcanzados al respecto por Alemania y EEUU, en particular sobre la continuidad del tránsito de gas ruso a través de Ucrania después de 2024, cuando finaliza en contrato entre Moscú y Kiev.

Por su parte, Putin negó que el Nord Stream 2 sea un proyecto político y arremetió contra sus detractores.  

"Eso es un error o un intento de confundir. Es 2.000 kilómetros más corto que el gasoducto a través de Ucrania, y es un sistema moderno y ecológicamente limpio", explicó.

Según explicó, el equipamiento del nuevo gasoducto reduce a la quinta parte la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera respecto a los sistemas tradicionales de transporte de hidrocarburos rusos a Europa.

El presidente ruso señaló que la construcción se acerca a su fin y aseguró que "quedan 15 kilómetros por mar".  

Intentó llevar tranquilizar a Merkel, al asegurar que Rusia cumplirá sus compromisos de tránsito de gas a través de Ucrania después de 2024, incluso después que ella deje su puesto de canciller, pero alertó acerca de que el volumen de gas que se envíe por este gasoducto dependerá de las necesidades de los clientes europeos.

"Debemos comprender cuáles serán los plazos y volúmenes (para el tránsito de gas por Ucrania) y para eso será necesario comprender la cantidad de gas que están dispuestos a comprar nuestros socios europeos", aclaró.

Recalcó, sin embargo, que "en cualquier caso, se trata de un tema de carácter comercial", que vinculó al consumo de gas en el sur de Europa. 

"Los niveles de consumo crecen y espero que así continúe. Los consumidores europeos y alemanes no tendrán una fuente más segura que el gas ruso", aseguró.

La visita a Moscú es el último viaje a Rusia con el rango de canciller que hace Merkel, quien no participará de las elecciones parlamentarias que se llevarán a cabo en Alemania en septiembre próximo.

Tiene previsto el 22 de agosto dirigirse a Kiev y durante toda la gira se centrará en el tratamiento de asuntos de economía, energía, seguridad y problemas internacionales actuales.

En lo meramente protocolar, cuando llegó por la mañana al jardín Alexándrovski, pasó delante de la fila de la guardia de honor y colocó a los pies de la tumba una corona floral adornada con cintas con los colores de la bandera de Alemania.

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La Tumba del Soldado Desconocido es un monumento erigido en honor a los combatientes caídos. 

Data de 1966, cuando los restos mortales de un soldado soviético no identificado, que se encontraban en una fosa común en la provincia de Moscú, fueron trasladados al jardín Alexándrovski y enterrados allí en medio de una ceremonia solemne. 

Un año después se inauguró un conjunto conmemorativo, cuyo elemento clave es la Llama Eterna.

El memorial cuenta con una lápida de granito rojo con una estrella de cinco puntas de bronce en la que se lee: "Tu nombre es desconocido, tu hazaña es inmortal".

Al finalizar la ceremonia, se guardó un minuto de silencio y después la orquesta de la guardia de honor interpretó el himno de Alemania.