Elementos del grupo ruso Wagner ayudarán a entrenar a las fuerzas especiales bielorrusas durante unos ejercicios en un polígono militar cerca de la frontera con Polonia, miembro de la OTAN, informó este jueves el Ministerio de Defensa de Bielorrusia.

El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, fue visto en un vídeo este miércoles dando la bienvenida a sus combatientes a Bielorrusia, diciéndoles que no participarían más en la guerra de Ucrania por ahora, pero ordenándoles que reunieran sus fuerzas para África.

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"Las fuerzas armadas de Bielorrusia continúan el entrenamiento conjunto con los combatientes de la Compañía Militar Privada Wagner", publicó el Ministerio de Defensa bielorruso.

Y amplió: "Durante la semana, unidades de las fuerzas de operaciones especiales, junto con representantes de la Compañía (Wagner), realizarán tareas de entrenamiento de combate en el polígono militar de Brest".

Polonia dijo a principios de mes que enviaría 500 policías a reforzar la seguridad en su frontera con Bielorrusia para hacer frente al creciente número de migrantes que la cruzan, así como a cualquier posible amenaza tras el traslado de los mercenarios de Wagner a Bielorrusia.

También están en la República Centroafricana

Decenas de soldados de la empresa militar privada rusa Wagner llegaron llegado a la República Centroafricana para ayudar a garantizar la celebración de un referéndum constitucional el 30 de julio en el que el actual gobernante podría prorrogar su mandato, informó la presidencia de aquella nación.

Cientos de soldados de Wagner habían abandonado la República Centroafricana días después de un breve motín en Rusia en junio encabezado por el fundador del grupo, Yevgeny Prigozhin, que planteó dudas sobre el futuro de las operaciones militares y comerciales de ese grupo en países como el africano.

El Gobierno había dicho anteriormente que el movimiento de tropas era parte de una rotación anual de fuerzas y no de una retirada. "Unos se van y otros llegan con logística y lo hacen regularmente a todos los niveles, en la asistencia militar y administrativa", informó a Reuters el portavoz Albert Yaloke Mokpem, al comentar las nuevas llegadas.

Añadió: "También están aquí para asegurar el referéndum constitucional", declinando precisar cuántas tropas habían arribado, aunque reconoció que las fotos difundidas en las redes sociales que mostraban a decenas de personas en el asfalto eran los mercenarios recién llegados.

La nación centroafricana , de unos 5,5 millones de habitantes y rica en oro, diamantes y madera, luchó por encontrar la estabilidad desde su independencia en 1960.

En 2013 se sumió en un caos aún mayor, cuando el entonces presidente François Bozize fue derrocado por una rebelión, lo que desencadenó otra ronda de enfrentamientos entre un mosaico de grupos armados que controlan franjas de territorio.

El actual presidente Faustin-Archange Touadera, elegido por primera vez en 2016 y reelegido en 2020, pidió ayuda a Rusia para hacer frente a los grupos rebeldes y promueve un referéndum constitucional que, de aprobarse, podría eliminar el límite de dos mandatos presidenciales y permitirle presentarse de nuevo.

Rusia envió por primera vez contratistas de seguridad a la RCA en 2018, e intensificó su apoyo con más de 1.500 efectivos, entre instructores y soldados que luchan junto al ejército del país. Algunas de las tropas forman parte del equipo de seguridad de Touadera y se les ve regularmente con él.