Barcelona fue escenario hoy de nuevos incidentes entre manifestantes independentistas y las fuerzas policiales, mientras la alcaldesa de la ciudad condal solicitó al gobierno de España y al de Cataluña, que se sienten a dialogar para terminar con la crisis que envuelve a la región.

Ya se han registrado destrozos por valor de 2,5 millones de euros, mientras que se elevan a 19 las personas en prisión tras las protestas de hoy por la sentencia contra los funcionarios independentistas y un policía se encuentra en estado muy grave tras un traumatismo craneoencefálico.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau solicitó este domingo a los presidentes del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Quim Torra, que "dialoguen desde la responsabilidad", con empatía, respeto y sin maximalismos.

En una declaración institucional Colau ha defendido el abandono de "líneas rojas y bloqueos" y reclamó que "hace falta una mesa de diálogo tanto en Cataluña como en el Estado que se aleje de la gesticulación".

En un acto celebrado en Barcelona, el presidente de Ciudadanos defendió que "no hay barricada que pueda frenar la ilusión de un proyecto como España".

En la sexta jornada de incidentes hubo menos violencia que en las anteriores, aunque también ardieron barricadas en puntos de Barcelona y, por vez primera, grupos independentistas se situaron entre la policía y manifestantes para evitar choques violentos.

El número de detenidos por los disturbios asciende a 66 y cerca de 600 personas han resultado heridas.