Manaos, la capital del extenso estado brasileño de Amazonas, vive bajo un toque de queda de once horas diarias, decretado por el gobernador, Wilson Lima, ante una segunda ola de la pandemia que ya deja a sus hospitales sin capacidad de recibir a más pacientes y ante la escasez de oxígeno para atender a los enfermos más graves.

Hospitales colapsados, cementerios desbordados y escasez de oxígeno para los pacientes más graves de Covid-19 son una muestra de la segunda ola de la pandemia que golpea a la Amazonía brasileña.

La falta de capacidad de los centros médicos en Manaos, capital del estado, es tal que las autoridades han acordado enviar a cientos de pacientes a otras ciudades.

Ante esta situación, el gobernador de la región, Wilson Lima, decretó una serie de medidas drásticas, entre ellas un toque de queda de once horas diarias, que regirá desde las 7 p.m. hasta las 6 a.m.

También está restringido el transporte público de pasajeros tanto en vía terrestre como fluvial, en ese mismo horario.

Asimismo, estipula el cierre de todos los comercios durante ese tiempo, con excepción de los servicios de salud y seguridad.

Las farmacias pueden funcionar con entregas a domicilio, indica el sitio France24.com

Según las autoridades sanitarias, Manaos es el origen de una nueva cepa del virus, que se suma a las halladas en Reino Unido y Sudáfrica, que han comenzado a circular por todo el mundo.

El reciente hallazgo despertó las alarmas de varios gobiernos como el británico que vetó los vuelos procedentes de Brasil y de otras 14 naciones suramericanas.

La decisión fue tomada después de que Japón informara que detectó la nueva variante en cuatro pasajeros que provenían de Amazonas, el pasado 2 de enero.

El ministro de Salud de Brasil, Eduardo Pazuello, confirmó que la situación en la capital de la Amazonía del país es "extremadamente grave".

En esta región del país ya han muerto cerca de 6.000 personas a causa del Covid-19 y los investigadores indican que la nueva mutación del virus podría estar contribuyendo al fuerte aumento de casos en la región.

Sin embargo, se encuentran realizando más estudios para determinar si es más contagiosa que las anteriores variantes.

Otros expertos no respaldan esa posibilidad y atribuyen el aumento de los contagios a las vacaciones de verano. "Está sucediendo también en muchas ciudades y estados diferentes, probablemente debido a las vacaciones, el verano, con más viajes y salidas, y la relajación de las medidas de distanciamiento social", indicó Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud.

La urgencia de nuevas medidas crece a medida que escasea el oxígeno para atender a los pacientes más graves, conectados a respiradores mecánicos.

Las autoridades médicas aseguran que los suministros de oxígeno están agotados en la mayoría de los hospitales y que las salas de cuidados intensivos están desbordadas, al punto que se encuentran trasladando en aviones de la Fuerza Aérea a decenas de pacientes hacia otros estados.

La decisión se tomó tras un acuerdo entre el Ministerio de Salud y los gobernadores de varias regiones

En medio de esta situación, Amazonas hizo un llamado desesperado al Gobierno de los Estados Unidos al que pidió que envíe una aeronave militar a Manaos con cilindros de oxígeno, según afirmó el congresista Marcelo Ramos.

La demanda de oxígeno en los hospitales, que fue de hasta 30.000 metros cúbicos diarios en el momento más grave de la primera ola de la pandemia, el miércoles llegó a 76.000 metros cúbicos.

Según la municipalidad de Manaos, la cifra de hospitalizados a diario aumentó a 250, casi el doble de la registrada por día en abril y mayo, cuando la ciudad ya era una de las más afectadas por la pandemia en esta nación.

El presidente del país, Jair Bolsonaro, ha sido criticado por restar importancia a la enfermedad, pese a que él mismo la contrajo.