En el medio de la aceptación condicional de un comienzo de apertura al diálogo con la oposición, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encaró una campaña discreta tendiente a atraer capitales, locales y extranjeros, a fin de hacer negocios conjuntos con la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), valorados en US$ 77.000 millones, según informó el diario español ABC.

El tanteo para privatizar o poner en venta a la que fuera quinta corporación más grande del mundo por fuera de licitaciones públicas ni regulaciones legislativas ya había sido hecho el año pasado, sin resultados concretos.

Según la agencia Reuters, Venezuela necesita US$58 mil millones para volver a los niveles de producción de 1998, antes que Hugo Chávez asumiera el poder. Y PDVSA aporta el 95% de sus exportaciones a los ingresos al país.

Una mirada europea a la "dolarizada" economía de Venezuela

Registra una caída de la producción estrepitosa: 3,5 millones de barriles a menos de 500.000 barriles diarios, debido a la incompetencia, a la incapacidad y a la corrupción, señala el informe periodístico. 

El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, prometió subirla a 1,5 millón de barriles diarios este año, pero no le asisten probabilidades reales de poder cumplirlo.

En una brochure denominada “Oportunidades de Inversión en PDVSA”, que viene siendo repartida entre potenciales inversionista, el analista Russ Dallen, que la difundió, sugiere que prácticamente todo está en venta o disponible para invertir.

Específicamente, identifica 152 oportunidades directas de inversión, incluyendo asociaciones estratégicas, ganancias compartidas, convenios de producción, y contratos de servicios, valorados en US$77.600 millones.

Desde que la compañía pasó al control de Moscú en marzo de 2019, cuando la filial de PDVSA en Europa mudó sus oficinas de Lisboa a la capital rusa al comenzar el bloqueo de EEUU contra las operaciones de la petrolera venezolana, los contratos que se firman son confidenciales.

A partir de entonces, las cuentas internacionales de PDVSA se manejan en Moscú, donde el responsable de la oficina, Andréi Grichayev, dijo a la agencia de prensa rusa RIA que está operativa.

La vicepresidenta Delcy Rodríguez explicó la importancia que tiene para esta estrategia "de apertura" la aprobación de una ley antibloqueo, a fin de permitir que las empresas norteamericanas traigan más inversiones, “porque están acá en Venezuela. Esas empresas no se han ido y por algo no lo han hecho y han tenido licencia para trabajar”, sostuvo al portal especializado Petroguía.

El proyecto ofrece, según la funcionaria, “formas asociativas distintas para que se pueda garantizar el desarrollo económico y la expansión de la inversión en Venezuela, tanto nacional como internacional”.

Asimismo, tiene “mecanismos de confidencialidad en información, en identidad, en objeto, desarrollo de la actividad, es decir, hay un sistema con una plataforma tecnológica que permitirá la protección de esas inversiones”.

Previamente, entre 2009 y 2015, bajo la conducción de Rafael Ramírez, se habían firmado más de US$1.500 millones en licitaciones que se dan ya por fraudulentas, de acuerdo con una investigación periodística publicada en ABC, que tuvo acceso a una batería de documentos que revelan la mecánica con la que se perpetró, afirma, un saqueo de la mayor empresa pública de Venezuela en la Pdvsa, en la cual, subraya, desde 2011 tuvo asiento en la junta directiva Nicolás Maduro. 

En esta etapa, agrega, Pdvsa amañó más de US$1.300 millones en compras con Maduro al frente, puntualiza.

Las urgencias económicas que afronta el gobierno venezolano vuelven a poner sobre el tapete a la “gran joya de la abuela” del país caribeño.

Llevaron a Maduro a decir, en un acto de Gobierno transmitido por el canal del Estado, que “estoy de acuerdo, con la ayuda de la Unión Europea (UE), del Gobierno de Noruega, del Grupo (internacional) de Contacto, cuando quieran, donde quieran y como quieran, (estoy) listo para reunirme con toda la oposición, para ver qué se saca de ahí”.

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Sin embargo, antes ironizó sobre la propuesta formulada a principios de semana por el presidente interino Juan Guaidó: “Se quiere sentar conmigo, ¿qué traerá en las manos, qué trampa traerá, le dieron la orden del Norte?”, se preguntó y terminó asegurando que el opositor «es un pelele del Norte» y "le dieron la orden" de negociar.