Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, advirtió a sus delegados que “no coman, no beban, ni toquen nada” en la nueva ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania en Estambul para tratar de sellar el conflicto.

Esta advertencia se da luego de la noticia en la que se indicó que Roman Abramovich, magnate ruso y dos delegados ucranianos sufrieron síntomas de envenenamiento tras la reunión realizada en Kiev a principios de marzo.

Según los médicos que lo atendieron, los tres padecieron síntomas de ojos enrojecidos, lagrimeo constante y molesto y descamación en la piel de las manos y la cara. Aun así, ninguno de ellos corrió riesgo de vida y su salud fue evolucionando favorablemente.

En este sentido, en las últimas horas expertos alemanes señalaron que la poca dosis que recibieron significó una advertencia por parte de Vladimir Putin, algo que ya ha hecho en otras ocasiones.

“Abramovich se ofreció como voluntario para desempeñar este papel de intermediario honesto, pero otros oligarcas habían declarado cierta independencia de la posición del Kremlin y criticado la guerra. Por lo tanto, bien podría verse como una señal de advertencia para que no se unan a las filas de los que disienten y no sean demasiado intermediarios honestos”, sostuvo Christo Grozev, investigador principal.

En esta nueva ronda, los delegados ucranianos y rusos tratan de llegar a un pacto de paz para finalizar con el conflicto bélico que lleva más de un mes. Por la mañana el viceministro de Defensa del Kremlin confirmó que reducirán drásticamente la actividad militar en Kiev y Chernihiv para “aumentar la confianza mutua para futuras negociaciones”.