El ejército privado Wagner de Rusia pareció el domingo abandonar los planes de retirarse de Bakhmut, en el este de Ucrania, comunicando que Moscú le había prometido más armas y sugiriendo que podría continuar su asalto a lo que Rusia ve como un trampolín hacia otras ciudades en la región del Donbas.

En tanto, la prensa ucraniana y rusa informó sobre explosiones en la Crimea ocupada, y el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus defensas aéreas detectaron y destruyeron 22 drones ucranianos sobre el Mar Negro durante la noche.

El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, había anunciado el viernes que sus combatientes, que encabezaron un asalto de meses en Bakhmut, se retirarían tras quedarse sin municiones y sufrir pérdidas "inútiles e injustificadas" como resultado.

Pero en un mensaje de audio publicado en su canal de Telegram el domingo, escribió: "Nos han prometido tantas municiones y armas como necesitamos para continuar con las operaciones".

Un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia no respondió a una solicitud de comentarios tras la declaración de Prigozhin.

Los funcionarios rusos intentaron repetidamente de disipar las preocupaciones de que sus fuerzas en la línea del frente no recibieron los suministros adecuados.

Del lado ucraniano, Serhiy Cherevaty, portavoz del comando oriental, sostuvo en respuesta a las preguntas de Reuters sobre los comentarios de Prigozhin que las fuerzas rusas tienen municiones "más que suficientes".

Señaló que los comentarios de Prigozhin tienen como objetivo distraer la atención de las grandes pérdidas que Wagner sufrió al lanzar tantas tropas al campo de batalla.

La amenaza de Prigozhin de retirarse de Bakhmut destaca la presión a la que están sometidas las fuerzas rusas mientras Ucrania hace sus preparativos finales para una contraofensiva respaldada por miles de vehículos blindados donados por Occidente y tropas recién entrenadas.

La batalla por Bakhmut ha sido la más intensa del conflicto, costando miles de vidas en ambos bandos.

Las tropas ucranianas se vieron obligadas a retroceder en las últimas semanas, pero se han aferrado a la ciudad para infligir tantas pérdidas rusas como sea posible antes del gran avance planeado de Kiev contra las fuerzas invasoras a lo largo de la línea del frente de 1.000 kilómetros.


Evacuación

En tanto, el Ejército ucraniano comunicó el domingo que las fuerzas rusas estaban evacuando a los residentes de la ciudad que da servicio a la planta de energía nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, en el sur del país.

En Nikolaiev, el gobernador Vitaliy Kim publicó en las redes sociales que un edificio perteneciente a una empresa no especificada resultó dañado durante la noche después de que bombarderos rusos de largo alcance atacaran su región sur con cinco misiles de crucero Kh-22.

El portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuriy Ihnat, declaró a la televisión local que seis de esos misiles habían sido disparados contra Ucrania durante la noche, pero ninguno había alcanzado su objetivo.

En la región oriental de Járkov, al menos cinco personas resultaron heridas después de que un misil S-300 impactara en un estacionamiento en la ciudad de Balakliya, dijo el gobernador Oleh Synyehubov.

Extracto de un artículo de Dan Peleschuk y Lidia Kelly, de la agencia Reuters