El aumento de los migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos llevó a la Casa Blanca a idear estrategias para persuadirlos de no emprender el viaje, informa la prensa internacional.

El Gobierno de Joe Biden inició una serie de campañas con mensajes en redes sociales y estaciones de radio enfocada en países latinos.

Sin embargo, la efectividad de esta iniciativa es cuestionada, ya que el acceso a Internet en estos territorios es limitado.

Se trata de una nueva modalidad para intentar detener la ola migratoria que busca llegar a los Estados Unidos a través de su frontera sur.

A través de sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram, las embajadas de los Estados Unidos en Guatemala, Honduras y El Salvador lanzaron todo tipo de mensajes para lograr el efecto.

Por medio del numeral #UnViajeEnVano han promovido fotografías, animaciones, cómics y videos instando a la gente a no perder tiempo ni dinero.

También advierten sobre los peligros que enfrentan al emprender la travesía, ya sea por el clima extremo o por las condiciones inhumanas que sufrirían en manos de traficantes de personas, o el solo hecho de ser sorprendidos por las autoridades estadounidenses y ser devueltos a sus países de origen

De acuerdo con Jen Psaki, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, desde el día en que Biden tomó posesión se han colocado unos 17.118 anuncios en radio en Guatemala, Honduras y El Salvador, países que integran el llamado triángulo del norte y desde donde sale la mayoría de migrantes.

Esta publicidad con la que pretenden disuadir a quienes buscan el sueño americano se emitió en español, portugués y seis lenguas indígenas. Estos anuncios, según Psaki, se reprodujeron en 33 estaciones de radio y alcanzaron un total de 15 millones de personas.

Por otro lado, se desplegó una campaña en redes sociales como Facebook e Instagram, con un total de 589 anuncios que habrían llegado a más de 26 millones de personas y de acuerdo con la Casa Blanca, se enfocaron en usuarios que se "ajustan al perfil de posibles migrantes". Cuando se le preguntó sobre la efectividad de la campaña, Psaki dijo que es difícil contar la cantidad de personas que no llegan al país y que es un número que nunca van a tener.

Implementar campañas a través de redes sociales en países como Guatemala, Honduras y El Salvador podría ser una tarea difícil, alerta el sitio France24.com

Las cifras más recientes y detalladas sobre la penetración de Internet y redes móviles son pocas.

Un reporte del Banco Mundial de 2017 indica por ejemplo que en Guatemala solo el 41 % de la población usa Internet. Seguido de El Salvador con 34 % y Honduras con un 32 %.

De hecho, basada en datos de 2019, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló que el 66,7 % de los habitantes de la región tiene conexión a Internet, mientras que el resto tiene acceso ilimitado o no lo tiene.

Teniendo en cuenta estos datos, France 24 consultó a Natalia Banulescu-Bogdan, directora asociada del programa internacional de la organización Migration Policy Institute, quien expresó dudas sobre si la gente en realidad está viendo esta información.

"Creo que estas campañas asumen que la gente está tomando decisiones a falta de información y que si solo se provee esa información se puede cambiar el comportamiento, cambiar la percepción (…) si no tienen smartphones con redes sociales o no están escuchando un canal de radio en particular, será una inversión malgastada", mencionó.

Como lo ha expresado a través de su cuenta de Twitter, Banulescu-Bogdan considera que el mensajero es clave en estas comunicaciones y que la gente tiende a ignorar este tipo de mensajes cuando llegan de fuentes como el Gobierno de Estados Unidos, que tiene un interés en particular.

La situación en la frontera sur de los Estados Unidos se agudiza.

Los detractores de Joe Biden dicen que el cambio en las duras políticas de su antecesor Donald Trump generó un "efecto llamada". 

De acuerdo con un reciente reporte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, solo en febrero las autoridades encontraron a más de 100.000 migrantes en la frontera con México. Un aumento significativo si se compara con los más de 36.000 de febrero de 2020, más de 76 .000 en 2019, y más de 36.0000 en 2018. Al alto flujo migratorio se suman la emergencia provocada por el Covid-19 y el hacinamiento en las instalaciones fronterizas donde una multitud de personas espera una respuesta para definir su situación. 

Por lo menos un centenar de hondureños, entre ellos muchos menores de edad, mujeres y hombres, llegaron el lunes en la noche a la Gran Central Metropolitana, la principal terminal de autobuses de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras. Es el punto de encuentro de todos los que quieren abandonar el país, con el objetivo de llegar a los Estados Unidos.