Los dos entrenadores bielorrusos denunciados por la atleta Timanovskaya fueron expulsados de los JJOO
El COI confirmó que investiga a Artur Shimak y Yury Maisevich por haber intentado forzarla a abandonar los juegos de Tokyo 2020 y mientras los obligó a dejar la Villa Olímpica.
Dos entrenadores bielorrusos perdieron sus acreditaciones olímpicas después de ser provisionalmente sancionado por el comité organizador ante un supuesto intento de forzar a la atleta Krystina Timanovskaya a dejar los juegos y volar de regreso a su país.
"Por el bienestar de los atletas del comité olímpico nacional de Bielorrusia que están aún en Tokio, y como medida provisional, el COI ha cancelado y retirado las acreditaciones de los dos entrenadores", señalaron en un comunicado.
La velocista, de 24 años, se encuentra ahora en Polonia, país que le concedió una visa humanitaria, tras arribar el pasado miércoles a Varsovia, adonde pudo viajar luego de haber sido custodiada por la policía japonesa en el aeropuerto de Tokio, protegiéndola de los miembros de su comité nacional, que trataban de forzarla a regresar a su país, hecho que la atleta calificó como intento de "secuestro".
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Narró a través de un vídeo cómo los responsables del equipo habían acudido a su habitación tan solo un día antes de la competición y la obligaron a hacer las maletas en una hora para luego dirigirse al aeropuerto donde sería repatriada a Bielorrusia.
En el relato publicado en sus redes sociales, la joven solicitaba la ayuda del Comité Olímpico Internacional (COI) ante la situación. "Pido al Comité Olímpico Internacional que se involucre. Están intentando sacarme del país sin mi permiso", dijo.
Posición del COI
El portavoz del organismo, Mark Adams, hizo referencia al incidente al informar que "estuvimos en contacto con ella anoche y esta mañana y se siente a salvo. Nuestro primer deber es hacia ella y eso es lo que estamos haciendo. Fue a la comisaría con alguien de Tokio 2020 y tengo entendido que ACNUR está implicado en el asunto".
El caso atrapó la atención mundial y situó en el centro de la escena a Bielorrusia, país que viene siendo gobernado por el autoritario presidente Alexander Lukashenko desde 1994.
Los medios estatales, afines al régimen, aseguraban que el abandono de la atleta se debía a "una mala situación emocional y psicológica", la misma aclaración que dieron los responsables bielorrusos en la competición.
Algo que la oposición desmiente: "Es una venganza por el video que publicó".
Los ataques del presidente Aleksandr Lukashenko contra los deportistas del país no son una novedad.
El Comité Olímpico de Bielorrusia está vetado por el COI, que no reconoce al hijo del presidente como el líder del comité olímpico nacional y a quien no se permite asistir a ningún evento del COI.
El año pasado, las fuerzas de seguridad reprimieron violentamente las protestas a nivel nacional por la disputada reelección.
En 2021 hubo otro incidente internacional, cuando el gobierno desvió a Minsk un vuelo cuando cruzaba su espacio aéreo para ir a Lituania sólo para poder detener al periodista opositor Roman Protasevich junto a su pareja que viajaban en ese avión .