La Policía Metropolitana de Londres (MET / Scotland Yard) fue criticada por un "uso excesivo de la fuerza" en la conmemoración de Sarah Everard, la mujer de 33 años que habría sido secuestrada y asesinada por un agente del cuerpo, cuando regresaba a su casa, pero desde la institución justificaron sus arrestos y actuar a la hora de dispersar la protesta popular en el sur de la Metrópoli del Reino Unido de la Gran Bretaña.

La policía había negado el permiso para realizar una vigilia en homenaje a Everard el sábado por la noche, sugiriendo un tributo desde la puerta de los hogares londinenses para evitar aglomeraciones que pudiesen propagar el Covid-19.

Sin embargo, cientos de personas, en su mayoría mujeres, se reunieron en el parque de Clapham Common, un gesto en desafío a la prohibición, informa el sitio France24.com

Por ello, durante la noche del sábado al domingo, decenas de agentes intervinieron en la vigilia, esposando a varios participantes y sacando a las mujeres a rastras del lugar.

La ministra del Interior, Victoria Atkins, dijo a la BBC que las escenas eran "increíblemente perturbadoras".

Por su parte, la diputada conservadora Caroline Nokes publicó un tweet en el que manifestó estar conmocionada por lo ocurrido en Clapham Common, alegando que en el Reino Unido no se pisotea la dignidad de las mujeres.

La subcomisionada de la Policía Metropolitana, Helen Ball, defendió las acciones de los agentes y dijo que se enfrentaban ante un riesgo latente de propagación del virus:

"Cientos de personas estaban muy juntas, lo que representaba un riesgo muy real de transmitir fácilmente Covid-19", expresó.

El oficial de la Policía Metropolitana Wayne Couzens, de 48 años, fue acusado por la muerte y desaparición de Everard.

Las autoridades aclararon que el día en que ocurrieron los hechos, el oficial no se encontraba en servicio.

El hombre compareció ante un tribunal este sábado y presuntamente se responsabilizó del asesinato de la mujer, cuyo cuerpo apareció el pasado miércoles 10 de marzo, en una zona boscosa a unas 50 millas (80 kilómetros) al sureste de Londres.

Según medios locales, Couzens tuvo que se trasladado a un centro hospitalario en dos ocasiones, luego de ser encontrado dentro de su celda con heridas en la cabeza.

El hecho de que el presunto responsable del crimen sea un agente de la policía ha enardecido los ánimos de miles de mujeres que han compartido en sus redes sociales experiencias vinculadas con abuso y violencia de género.

 Los medios informativos internacionales refieren a uso excesivo de la fuerza en sus despachos fechados en Londres cuando se refieren a la manera en que se dispersó al pueblo, en especial a las mujeres.

Esa clase de expresiones recuerdan en la Argentina a la represión ejercida por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que ocupó el poder entre 1976 y 1983, que llamó "errores" y/o "excesos" a los que la Justicia definió posteriormente como crímenes de lesa humanidad.