Saif al Islam, el hijo del fallecido dictador Muammar al - Khadafy, presentó su candidatura a las elecciones presidenciales de Libia que se llevarían a cabo el próximo 24 de diciembre y serían las primeras desde que aquel país se independizó de Italia en 1951. 

Los medios locales informaron que registró la documentación en la ciudad meridional de Sebha, capital del sur. Para la prensa internacional se trata de un hecho que era predecible, ya que el pasado julio, al Islam había manifestado su intención de participar en los comicios en una entrevista para el diario "The New York Times".  

Se espera que el militar Jalifa Hafter y el primer ministro del Gobierno Nacional de Unidad transitorio (GNU), Abdul Hamid al Debeibah, se sumen a la carrera.  Las presidenciales, convocadas hace un año por el Foro para el Diálogo Político de Libia (FDPL), un organismo no electo creado "ad Hoc" por la ONU, están previstas para llevarse a cabo el próximo 24 de diciembre.

Sin embargo, las disputas entre los diferentes grupos rivales ponen la celebración en el aire, a pesar de que Alemania, España, Francia, Italia y los Estados Unidos, además de la Organización de las Naciones Unidas insisten en que se respete la fecha fijada.

De ser así, serían las primeras elecciones presidenciales que se llevan a cabo en este país, desde que se independizó de Italia en 1951. En Libia, grupos de poder en Trípoli, la capital, luchan constantemente por el control del mando del país y de sus abundantes recursos energéticos. Esto ha desatado una guerra civil interna, que ha sumergido a la nación en un periodo de caos. 

Saif al Islam es el segundo hijo de Muammar al - Khadafy, un militar y dictador​​ que gobernó Libia durante 42 años.  El 19 de noviembre de 2011, un mes después del asesinato de su padre, fue capturado por las milicias de Zintan, una ciudad occidental libia, y condenado a la pena capital por un tribunal de Trípoli. Lo juzgaron en rebeldía, ya que sus captores se rehusaban a liberarlo.

Pero en 2017, el Batallón Abu Bakr al Siddiq lo liberó y, en teoría, lo entregó a las fuerzas bajo el control del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte y tutor del Parlamento. Hafter, a quien Khadafy consideraba como un hijo, facilitó la amnistía de al Islam y lo protegió de la orden de captura dictada por el Corte Penal Internacional (CPI), ya que es buscado internacionalmente por presuntos crímenes de lesa humanidad. Esto, a pesar de que para Hafter fue una traición que Khadafy se desentendiera de él cuando cayó en prisión en 1987.

Desde que Saif al Islam consiguió su libertad, su paradero ha sido siempre una incógnita. Sin embargo, es sabido que ha pasado largas temporadas en el sur de Libia. Con vistas a las próximas elecciones, el Ministerio del Interior de Libia celebró el sábado 23 de octubre último, el primer foro para asegurar que el acto se lleve a cabo en diciembre.

El primer ministro libio, Abdul-Hamid Dbeibah, dijo en el foro que la reunión de los departamentos de seguridad era "un paso importante hacia la unión de las instituciones estatales", señala la agencia estatal china Xinhua.