Líbano e Israel mantendrán históricas conversaciones, bajo la mediación de Estados Unidos y los auspicios de la ONU, para intentar solucionar sus fronteras en disputa, tanto marítimas como terrestres, anunció hoy el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.

Las conversaciones tendrán lugar de manera indirecta a través de un "mecanismo tripartito" y "las dos partes pidieron a Estados Unidos que actúe como mediador y facilitador", indicó Berri en rueda de prensa emitida por cadenas de TV locales.

Las conversaciones se celebrarán en la ciudad fronteriza de Naqura, en el sur del Líbano, prosiguió el legislador, sin brindar una fecha precisa. "Las reuniones serán auspiciadas por la oficina del Coordinador Especial de la ONU para Líbano (Unscol)", agregó, en declaraciones citadas por la agencia de noticias Europa Press.

Israel invadió el Líbano durante la guerra civil librada en el país árabe de 1975 a 1990, para combatir a milicias palestinas que lanzaban ataques transfronterizos, y ocupó una franja de territorio en el sur libanés hasta 2000.

En 2006, Israel peleó una guerra de un mes con la milicia libanesa chiita y proiraní Hezbollah, la misma que había obligado a Israel a retirarse del sur del Líbano con sus constantes ataques. Luego de algunas escaramuzas en años recientes, tanto Hezbollah, que forma parte del gobierno libanés, como Israel, se han advertido de que un futuro conflicto será mucho más devastador para el enemigo.

En 2018, Líbano firmó un primer contrato de perforación para prospección de petróleo y gas en sus aguas territoriales, en particular en una zona en disputa con Israel.

El gobierno israelí señaló en mayo de 2019 que había acordado iniciar conversaciones con el Líbano, con Estados Unidos como mediador, para resolver el conflicto de sus fronteras marítimas. El 8 de septiembre, el subsecretario de Estado para Asuntos de Medio Oriente de Estados Unidos, David Schenker, anunció "avances" para el inicio de las negociaciones y dijo que espera se logre "firmar un acuerdo en las próximas semanas".

Una de las primeras reacciones a la noticia fue la del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien celebró el acuerdo para discutir disputa fronteriza. "Este acuerdo histórico entre las dos partes fue negociado por Estados Unidos y es el resultado de casi tres años de intenso compromiso diplomático" por parte de embajadores estadounidenses, dijo Pompeo en un comunicado.

"El anuncio de hoy es un paso vital que sirve a los intereses de Líbano e Israel, de la región y de Estados Unidos", agregó, señalando que ambos países solicitaron que Estados Unidos participara como "mediador y facilitador".

En cuanto a la frontera terrestre, Pompeo dijo que Estados Unidos espera que haya "conversaciones separadas a nivel de expertos para definir los problemas no resueltos relacionados con la Línea Azul", que separa a estos dos países técnicamente en guerra. Estas discusiones serían "otro paso positivo para la estabilidad regional", dijo.

Con el acercamiento entre Líbano e Israel, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que busca su reelección en noviembre, espera anotarse una nueva victoria diplomática en la región, luego de impulsar la firma del establecimiento de relaciones diplomáticas de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y de Bahréin con Israel.