Las pequeñas empresas estadounidenses se encuentran "asediadas" por diversos problemas como las dificultades en la cadena de suministro, la escasez periódica de personal y la disminución de clientes, mientras que la pandemia entra en su tercer año en medio del aumento de casos debido a la variante Ómicron del coronavirus.

Las ventas minoristas estadounidenses descendieron un 1,9% en diciembre, en medio de la escasez de bienes y el aumento de las infecciones, dijo el Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Las operaciones diarias de las pequeñas empresas estadounidenses enfrentan desafíos. Si bien las autoridades federales han facilitado ayudas para reducir el colapso e incrementos en las bancarrotas registradas entre este colectivo, el contexto requiere medidas especiales nuevamente.

De acuerdo con los últimos datos sobre la economía publicados por la Reserva Federal de Estados Unidos, la rápida propagación de la variante Ómicron del coronavirus está agravando las dificultades, especialmente en relación al empleo y la inflación.

Según el cirujano general estadounidense, Vivek Murthy, el país norteamericano afrontará unas "semanas difíciles" en muchas zonas del país porque la variante sudafricana aún no ha alcanzado su pico.

Murthy valoró como una buena noticia la estabilización con caídas del número de casos en la región del noreste, especialmente en la ciudad de Nueva York y Nueva Jersey, pero también hizo énfasis en los retos que el país tiene por delante.

"El principal desafío es que, a nivel nacional, la situación no está evolucionando al mismo ritmo", declaró. Y añadió que "no deberíamos esperar un máximo para todo el país en los próximos días".