Al menos ocho mujeres, seis de ellas de origen asiático, fallecieron el martes por la noche en tiroteos a tres salones de masajes en la ciudad de Atlanta y sus alrededores, de acuerdo con el informe policial detallado del sangriento episodio.

Un joven de 21 años confesó los crímenes, aseguró que es un "adicto al sexo" pero negó que lo haya impulsado una motivación racial para matar a seis asiáticas y dos blancas.

Es la peor masacre que se produce en los Estados Unidos desde el tiroteo en Dayton, Ohio, en agosto de 2019, que dejó nueve muertos, reporta el sitio France24.com

El martes 16 de marzo tres tiroteos tuvieron lugar en la ciudad de Atlanta, capital del estado de Georgia, y en sus alrededores. Los tres se perpetraron contra salones de masajes asiáticos.

El mismo martes en la noche la policía detuvo a Robert Aaron Long, un joven de 21 años natural de Woodstock, quien poco después confesó la autoría de la masacre.

Fue arrestado a unos 240 kilómetros al sur de Atlanta tras una persecución.

Había sido identificado después de que sus padres lo vieran en videos de seguridad difundidos por las autoridades.

Las autoridades del estado indicaron que el arrestado podría haber arremetido contra los centros por considerarlos fuentes de tentación.

Sin embargo, esa hipótesis provocó escepticismo dado el alto número de víctimas de ascendencia asiática.

Otra tesis que barajan las autoridades es la violencia contra las mujeres.

Los tiroteos parecen estar en la "intersección de la violencia de género, la misoginia y la xenofobia", dijo la representante estatal Bee Nguyen, la primera estadounidense vietnamita en servir en la Casa de Georgia y defensora frecuente de las mujeres.

El presidente del país, Joe Biden, afirmó este miércoles que los tiroteos tienen "muy preocupados" a los estadounidenses de origen asiático, aunque no especuló sobre la motivación del sospechoso.

Por su parte, la vicepresidenta, Kamala Harris, instó a mostrar "solidaridad" a la comunidad de origen asiático.

Los hechos comenzaron en torno a las 17:00 del martes 16 de marzo, cuando tuvo lugar el primer tiroteo contra el salón Young Asian Massage, situado en un centro comercial de una zona rural en Acworth, a unos 50 kilómetros al norte de Atlanta.

Aún sin haberse esclarecido si estos ataques tienen una motivación racista, el hecho de haberse producido contra centros relacionados con la comunidad asiática ha levantado las alarmas por el aumento de ataques contra dicha comunidad desde que inició la pandemia de coronavirus. 

Muchos críticos de la anterior Administración en Washington atribuyen la creciente estigmatización que viven los Estados Unidos frente a los ciudadanos con ascendencia asiática a la retórica del expresidente republicano Donald Trump, quien describió en múltiples ocasiones a la enfermedad Covid-19 como "el virus chino".

El diario 'The New York Times' cita las denuncias de la ONG Stop AAPI Hate, dedicada a prevenir la discriminación asiática durante la pandemia de coronavirus, que afirmó que los tiroteos "solo exacerbarán el miedo y el dolor que sigue soportando la comunidad asiático-estadounidense". 

Según la ONG, ha habido casi 3.800 informes sobre incidentes de odio dirigidos contra estadounidenses de origen asiático en el último año.