Un grupo pro-ucraniano estuvo detrás de los ataques del año pasado a los gasoductos de gas natural Nord Stream y no existe evidencia de la participación del gobierno de Kiev, según una fuente norteamericana.

Asi lo publicó el New York Times citando a la inteligencia revisada por funcionarios estadounidenses, recogió este miércoles la agencia de noticias Reuters. 

Las explosiones submarinas en los oleoductos entre Rusia y Alemania ocurrieron en las zonas económicas exclusivas de Suecia y Dinamarca en el Mar Báltico.

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Ambos países concluyeron que las explosiones fueron deliberadas, pero no especificaron si hubo un responsable.

El informe del New York Times del martes citó a funcionarios estadounidenses diciendo que no había evidencia de que el presidente Volodímir Zelenski o sus principales ayudantes estuvieran involucrados o que los perpetradores actuaran a instancias de algún funcionario del gobierno ucraniano.

Estados Unidos y la OTAN calificaron los ataques del 26 de septiembre como "un acto de sabotaje", mientras que Rusia culpó a Occidente y pidió una investigación independiente. Ninguno aportó pruebas, acotó Reuters.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que los informes sobre los ataques eran un esfuerzo por desviar la atención.

Posteriormente, Ucrania deslindó en forma oficial cualquier vinculación con un presunto atentado y el Kremlin descalificó como "un bulo mediático" las versiones procedentes de los Estados Unidos.

Ambos países se expresaron desde sus plataformas informativas y en el caso de Rusia, se reclamó su participación en las investigaciones que se llevaron a cabo en Europa.