La segunda y tercera ola de Covid-19, con sus distintas cepas, golpea de lleno a Latinoamérica. No hay más que observar los datos desalentadores de Brasil para tomar conciencia que, una vez más, la Argentina, se verá beneficiada por contar con las malas experiencias de otros países para anticipar los problemas que podrían suceder en las próximas semanas.

El año pasado se contó con las terribles experiencias europeas y de América del Norte, para preparar el sistema sanitario nacional y enfrentar el primer choque de contagios de Covid-19 y, en este año, los referentes son, no sólo Brasil, sino Bolivia, Chile, Ecuador y Perú donde los médicos, enfermeros y sanitaristas trabajan de manera extenuada.

A este límite de fatiga, impuesto por el cansancio y el hartazgo de las poblaciones que sufrieron la primera ola de la pandemia y la posterior cuarentena, se llega porque entre la primera y la segunda ola de Covid hubo muy poco tiempo entre ambas. Muy pocos días de descanso tuvo el personal sanitario para hacer un alto y volver a tomar fuerzas.

El “veranito” posibilitó que la curva de contagios descendiera en la región desde la segunda quincena del mes de octubre hasta mediados de noviembre cuando América Latina logró registrar menos de 50.000 casos diarios desde el pasado mes de Junio.

Luego de las fiestas de fin de año el rebrote volvió a producirse  y hoy, los países latinoamericanos, contabilizaron un total de 118.000 casos diarios en una curva que, por el momento,  no parece tener techo.

Los datos son registrados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que, además, indicó que le preocupa la situación de Uruguay, país que durante la primera oleada logró achatar la curva, resultado que no está logrando en las últimas semanas como también le sucede a Cuba y, desde luego, a Brasil.

En ese marco de casos crecientes en la región, Argentina podrá extraer otra lección, relacionada con la viabilidad y la metodología para realizar elecciones presidenciales y de gobernadores en un contexto de pandemia, de carencias económicas y de agitación social como ocurre en Perú; Bolivia y Ecuador donde se votará el próximo domingo 11 de abril.

Un súper domingo electoral del cual Chile decidió bajarse.

El presidente Sebastián Piñera llegó a un acuerdo con el Senado de su país y, a pesar de tener los índices de vacunación más altos  de la región, la clase dirigente decidió  posponer hasta el 15 de mayo la elección de gobernadores regionales y de convencionales constituyentes.

El argumento más escuchado entre los legisladores fue el rebrote de Covid.19 que afecta al país trasandino  y que lo mantiene entre las naciones con tasas de contagio muy altos en proporción a su población total. Los números de infectados son peores que los del trimestre Junio, Julio y Agosto del año pasado.

Las elecciones en Bolivia, Ecuador y Perú como casos testigo para las primarias argentinas

Al tiempo que el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el peronismo del interior, sustentado en los gobernadores con peso territorial del PJ, continúan presionando al Presidente Alberto Fernández y a la agrupación La Cámpora en la provincia de Buenos Aires, para trasladar las elecciones PASO hacia los últimos meses del año, la oposición continúa debatiendo si aceptar el pedido de trasladar las primarias un mes, de agosto a septiembre, a condición que no se junten con la elección general de medio término que debería desarrollarse en el mes de Octubre.

Este debate político tiene su fundamento en la segunda ola de coronavirus que se instaló en nuestro país. Argumento que podría ser puesto en duda en el futuro si  se observa el resultado de la experiencia  de tres países cercanos que han decidido no cancelar sus comicios y cuyos ciudadanos  votarán en plena pandemia.

En el caso de Perú se elegirá Presidente y asambleístas de la única cámara legislativa que tiene el país andino. Perú está viviendo un momento complejo en materia institucional que podría haber posibilitado un crecimiento de las muertes por Covid. La inestabilidad política es manifiesta si se toma en cuenta que ha tenido tres presidentes y sus tres respectivos ministros de salud desde noviembre a la fecha actual.

Idas y venidas en las políticas sanitarias y cambios de funcionarios no pudieron ayudar a controlar una segunda ola de coronavirus que  ha provocado el triste récord de 12.000 infecciones diarias el pasado 12 de marzo.

Sin embargo, estas elecciones tienen un alto interés en la ciudadanía peruana y se descuenta una alta participación de los electores en la elección del próximo domingo.

Un estudio de la encuestadora Ipsos para el diario El Comercio indicó que la elección será reñida y que ninguno de los 18 candidatos se adjudicará la presidencia el domingo 11 de abril, por lo que habrá una segunda vuelta el 6 de junio.

A una semana de las elecciones, el candidato presidencial centroderechista Yonhy Lescano (10%) lidera aún los sondeos de intención de voto, escoltado por la izquierdista Verónika Mendoza (9%) y el derechista Hernando de Soto (9%), según la mayoría de las encuestas consultadas.

El titular de Ipsos, Alfredo Torres, señaló que “Perú se enfrenta a la elección más fraccionada de su historia, los peruanos deberemos acudir a las urnas a elegir al sucesor del presidente interino Francisco Sagasti y renovar el Congreso de 130 miembros, mientras que la pandemia no da tregua a nuestro pueblo”, afirmó.

El caso ecuatoriano

País famoso por su economía dolarizada, por sus bananas  y, en los últimos años, por el ex presidente Rafael Correa, tendrá un nuevo mandatario el domingo 11 cuando se  enfrenten, en la segunda vuelta electoral, el candidato del correísmo, Andrés  Arauz y el financista, Guillermo Lasso apoyado por sectores tradicionales.

En esta  definición electoral se aguarda una alta participación de la ciudadanía, al igual que en Perú, con la particularidad que el candidato indigenista Yaku Pérez convocó a sus partidarios a concurrir a los comicios y anular el voto en señal de protesta por la decisión del Tribunal electoral de no acceder a un recuento de sufragios. Guillermo Lasso lo superó por muy pocas décimas en el primer conteo.

Las encuestadoras han medido un alto número de indecisos y Lasso deberá crecer un 13% en su intención de voto de aquí al domingo para preocupar a Andrés Arauz en sus aspiraciones presidenciales.

Todas estas especulaciones electorales suceden con la pandemia de coronavirus como telón de fondo. El actual presidente Lenin Moreno ha despedido a su ministro de salud porque no logró generar un plan de vacunación satisfactorio. Directamente, en Ecuador, se puede hablar de ausencia de vacunas para enfrentar al Covid-19.

Finalmente, Bolivia, tendrá una vez más un proceso eleccionario polémico y reñido teniendo en cuenta que se elegirá gobernadores en segunda vuelta en cuatro departamentos muy importantes del país andino. La Paz; Chuquisaca; Tarija y Pando donde se elegirá entre fórmulas con diferentes propuestas para sus territorios.

Si bien el MAS de Evo Morales ganó la elección presidencial cómodamente asegurando la primera magistratura para el economista Luis Arce perdió en algunos distritos municipales y esta diferencia se explica porque las elecciones presidenciales tienen un corte más ideológico mientras que la de gobernadores y municipios se referencian más en liderazgos locales que atienden las cuestiones diarias.

En el Alto La Paz, Pando y Tarija, el MAS se impuso en la primera vuelta, pero en las filas oficialistas preocupa que la gobernación paceña pase a manos del movimiento Jalalla, el mismo de la expresidenta del Senado Eva Copa, alcaldesa electa de El Alto, que fue un bastión político de Evo Morales.

El Alto es la segunda ciudad más poblada del país donde rige la cultura de la comunidad aymara. Y, para los encuestadores es una incógnita relevar el impacto de la detención de la ex presidenta Janine Añez, actualmente presa junto a otros funcionarios militares y policiales acusados por miembros de la Justicia de sedición y golpe de estado contra la administración de Evo Morales.

El coronavirus continúa siendo una preocupación siempre presente en Bolivia en particular en las regiones que comparte frontera con Brasil donde se ha registrado un incremento de los contagios y decesos por la infección.

Perú; Bolivia y Ecuador han decidido desafiar al coronavirus con la realización de estas cruciales elecciones para sus países.

Las autoridades sanitarias advirtieron de la necesidad de extremar las medidas para que las campañas y las votaciones no se conviertan en focos de mayores infecciones de Covid-19, justo cuando la región está entrando en la temida tercera ola del virus.

 “La recomendación que se ha dado a los países y que estos han implementado es hacer que la campaña sea mayormente en forma remota” sostuvo Ciro Ugarte, director del Departamento de Emergencias en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al comentar sobre las elecciones del 11 de abril a medios internacionales.

Para la OPS estas naciones están dejando atrás la segunda ola y se aprestan a ingresar a una tercera. Nuestro país acaba de traspasar el umbral de la segunda ola. Los dirigentes nacionales debieran estar más atentos, al menos en esta oportunidad, al desarrollo de los comicios y el impacto en los contagios de Covid-19 que resulte de ellos, en vez del resultado en sí de las elecciones regionales.