En medio de la conmoción que generó en el mundo la muerte de la reina Isabel II luego de siete décadas en el trono británico, trascendieron versiones sobre una polémica decisión que tomó la monarca respecto a su herencia.

Con el paso de las horas se hizo cada vez más fuerte el rumor de que antes de su deceso, la reina habría desheredado a Meghan, esposa del Príncipe Harry, así como a los hijos de ambos, Lilibet y Archie.

Es que la relación entre Isabel y su nieto Harry comenzó a deteriorarse cuando el príncipe presentó a su actual esposa Meghan Markle. Harry decidió separarse por completo de ellos y se mudó con su esposa a California, cortando todo vínculo con la familia Real.

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Por esta razón, Harry y su mujer habrían quedado fuera de la sucesión de la colección de más de 300 gemas y joyas. De este modo serán recibidas por Kate Middleton y su hija Charlotte, familia del Príncipe Guillermo, según indica The International Business Times.

La monarca tenía seis propiedades a su nombre. Se trata de los castillos de Hillsborough, Sandringham, Balmoral, Windsor, además de los palacios de Holyrood y Buckingham. La fortuna alcanzaría los 88 millones de dólares o al menos es lo que estiman sitios británicos como la BBC de Londres.