El acto llevado a cabo por la ONG Río de la Plata regando sacos negros para cadáveres la playa de Copacabana tuvo como propósito simbolizar las 400.000 víctimas que se cobró el coronavirus en el país, que el jueves pasado, cuando se anunció oficialmente que había habido más de 3 mil muertes en 24 horas, llegaron a 401.186, convirtiendo a Brasil en uno de los países del mundo más castigados por el coronavirus.

Ocupa el segundo lugar de víctimas mortales relacionadas con la pandemia, detrás de Estados Unidos, y es el tercero con más infectados, ya que supera los 14,5 millones, con la India avenida ahora en el principal foco global del flagelo.

Coronavirus en el mundo: más de 150 millones de infectados y casi 3,2 millones de muertos

El primer fallecimiento por coronavirus se registró el 12 de marzo de 2020 y, 14 meses después, el país vecino se ubica en el 13 lugar del mundo en mortalidad ´por Covid-19.

Golpearon fuerte las últimas variantes del virus, mucho más contagiosas y letales que su predecesora. Aparecieron en Amazonia y se expandieron por todo el territorio brasileño e inclusive atravesaron las fronteras, bajo la denominación Manaos, hasta que los limítrofes decidieron cerrarlas para cortar ese verdadero reguero de pólvora.

Culpas al gobierno

La ONG responsabiliza al gobierno federal por haber minimizado la fuerza letal de ese virus y no presentarle al país un plan de ámbito nacional. “Prescribió medicamentos sin la mínima comprobación científica”, argumentó. 

Señala la lentitud en la vacunación y las deficiencias en la gestión de la Administración Bolsonaro como causantes del desastre humano y sanitario. La acusan de minimizar la campaña y oponerse a confinamientos y medidas de distanciamiento social

La semana pasada se instaló en el Senado una comisión parlamentaria (CPI) a fin de investigar qué hizo el gobierno durante la crisis, que desde su comienzo ya provocó la renuncia de cuatro ministros de Salud.

El ex presidente de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, quien después de ser absuelto por la Justicia desafiará a Bolsonaro en las elecciones de 2022, subió a su cuenta de Twitter una dura acusación: "Los responsables de ese genocidio tienen nombre. Bolsonaro abrió la casa y recibió al Covid 19 con hospitalidad. Trató al virus como un aliado. Y deberá pagar por haber atentado contra el pueblo brasileño".

El titular de Rio de Paz, Antonio Carlos Costa, justificó la protesta playera en que "son hechos que no fueron fabricados por los medios de comunicación y es humillante para nuestra democracia. Callarnos en este momento significa ser cómplices de los crímenes cometidos por la clase gobernante brasileña", señaló.