El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que la guerra entre Rusia y Ucrania "podría durar años" y pidió no dejar de apoyar a las fuerzas de Kiev a pesar de los altos costos, no sólo por el gasto militar, sino por el aumento de los precios en energía y alimentos.

En una entrevista concedida al periódico alemán Bild publicada el sábado último, dijo que los costos de la guerra no se comparan con el precio que los ucranianos "tienen que pagar todos los días con muchas vidas".

Stoltenberg adelantó que la OTAN seguirá apoyando a Ucrania en su autodefensa, aunque dejó en claro que "no es parte del conflicto" y remarcó que no enviará tropas al territorio invadido.

No obstante, remarcó que las defensas de los países que integran la alianza atlántica se reforzaron con 40 mil efectivos, en una clara señal a Rusia.

Sin embargo, marcó que las defensas de los países de la Alianza se reforzaron con 40 mil efectivos, lo que envía un claro mensaje a Rusia para que no existan malentendidos sobre su preparación en caso de ataque.

El funcionario noruego, al referirse a la posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares, señaló que "no se advierte un mayor nivel de preparación en las fuerzas" de ese tipo.

"Putin necesita saber que una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar. Nuestra señal clara a Rusia: la OTAN protege a todos los estados miembros", sostuvo.

Además, anticipó que en la próxima cumbre de la OTAN, a celebrarse entre los próximos 29 y 30 de junio en Madrid, los países miembros declararán que Rusia ya no es un socio, sino una amenaza para la seguridad de la Alianza.

También considera que el ascenso de China es "un desafío" a los intereses, valores y seguridad de los países de la OTAN.

En cuanto a la posible adhesión de Suecia y Finlandia a la organización y las reticencias de Turquía, Stoltenberg, aseguró que se trata de "un momento histórico" que se deben aprovechar, recogió el sitio Almayadeen.

"La adhesión no solo fortalecería a Finlandia y Suecia, sino a todos nosotros. Turquía es un país importante de la OTAN con ubicación estratégica entre Europa, Rusia, Irak y Siria. Los países de la OTAN, Suecia, Finlandia y la UE clasifican al PKK como grupo terrorista. Ningún país de la OTAN ha sufrido tanto por el terror como Turquía. Por eso nos tomamos muy en serio las preocupaciones de ese país y estamos haciendo todo lo posible para abordarlas", remarcó en ese sentido..