La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) decidió expulsar a ocho miembros de la misión de Rusia al considerarlos como espías, y el Kremlin reaccionó diciendo que se trata de acusaciones "infundadas", indica la prensa internacional.

"Podemos confirmar que hemos retirado la acreditación de ocho miembros de la misión rusa ante la OTAN, ya que eran funcionarios de inteligencia rusos no declarados", indicaron las fuentes.

La cadena de noticias Sky News, citada por la agencia Reuters, comunicó la noticia con antelación, diciendo que la misión de Moscú en la sede de la organización en Bruselas se reduciría a la mitad "en respuesta a las sospechas de actividades malignas de Rusia, incluidos asesinatos y espionaje".

La relación entre Rusia y los países de Occidente se ha deteriorado en los últimos años por una serie de hechos que han tensionado la diplomacia con los rusos. La anexión de Crimea por parte de Moscú en 2014, la presunta intromisión en las elecciones de los Estados Unidos en 2016 y el envenenamiento del agente ruso Sergei Skripal y su hija con un agente nervioso en 2018, son jalones significativos de ello. Por su parte, la agencia de noticias rusa Interfax citó a Leonid Slutski, jefe del comité de asuntos internacionales de la Cámara Baja rusa del Parlamento, asegurando que Moscú tomaría represalias, aunque no necesariamente de la misma manera.

Moscú también acusa a la Alianza Atlántica de expandir su infraestructura militar cada vez más cerca de sus fronteras.

Pero, la OTAN responde a esto asegurando que quiere reforzar la seguridad de los estados miembros cercanos a Rusia tras la anexión de Crimea en 2014.