La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó que los países de América Latina y el Caribe requieren reformas a sus políticas fiscales con una inclinación más inclusiva, tras el avance de la pobreza en la región como resultado de la propagación del coronavirus.

"Estamos hablando de más de 20 millones de personas que han caído en la pobreza, es un retroceso a nivel de ingresos, pero también a nivel social", explicó el jefe de la Unidad para América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE, Sebastián Nieto.

"Ha sido un choque asimétrico, afectando sobre todo a las poblaciones más vulnerables", agregó el experto en la presentación del informe "Perspectivas económicas de América Latina", con la participación de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La entidad aseguró en el informe que América Latina y el Caribe ha sido la región más afectada por la pandemia, aun cuando sus respuestas de política pública fueron rápidas y proactivas. A nivel local, los gobiernos de la región deben utilizar las políticas fiscales, sociales y de transformación productiva para construir un nuevo contrato social, expuso.

Por su parte, la economista principal para Colombia y Panamá del Banco de Desarrollo de América Latina, Carolina Camacho, precisó en la instancia que la política fiscal es esencial para garantizar una recuperación "fuerte e inclusiva", pero debe aplicarse de manera estratégica. "Los gobiernos deben maniobrar entre mantener un estímulo fiscal que asegure la recuperación y evitar posiciones fiscales insostenibles", argumentó.

En tanto, el director de la Facultad de Economía de la UNAM, Eduardo Vega, indicó que no sólo se trata de tener una mayor eficacia en los sistemas hacendarios y en la administración tributaria, sino que también es importante anteponer las políticas de gasto sobre las de ingresos, a fin de que los efectos sean más duraderos y benéficos para la economía.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía de la región crecerá un 2,1% en el 2022, una desaceleración frente a la expansión del 6,2% que vio el año pasado, mientras la pandemia sigue activa a nivel global.