La NASA intensifica sus iniciativas y proyectos destinados a prever y mitigar desastres globales como un esperado fin del mundo, que según predijo hace 7 años el célebre físico teórico y divulgador científico, Stephen Hawking, podría ocurrir en el año 2600.

Vaticinó que el planeta Tierra podría transformarse en una “gigantesca bola de fuego”, en el documental The Search for a New Earth, emitido por la BBC en 2017.

“Con el cambio climático, los impactos de asteroides, las epidemias y el crecimiento de la población, nuestro propio planeta es cada vez más precario”, dijo Hawking.

Hawking explicó los diversos factores que podrían desatar un efecto invernadero descontrolado en la Tierra: el incremento excesivo de la población mundial, el consumo insostenible de la energía y el desmesurado consumo de recursos por parte de la humanidad.

La NASA y el Panel del Cambio Climático de ONU se pusieron a la vanguardia, en el plano científico y político global, de los esfuerzos para proteger a la Tierra de tales amenazas catastróficas como el fin del mundo, para lo cual utiliza tecnología avanzada y estrategias innovadoras.

Hawkins asimismo abordó el del afán del hombre por contactarse con alguna civilización alienígena: “Si nos visitan, el resultado sería muy parecido a cuando Cristóbal Colón desembarcó en América, lo que no resultó bien para los nativos americanos. Solo tenemos que mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente podría convertirse en algo que no quisiéramos encontrar”, aseveró el astrofísico británico.

Desde la poltrona del Vaticano, el papa Francisco exhortó a que el fin del mundo no debe ser entendido de manera literal o catastrófica.

En lugar de predecir eventos apocalípticos concretos, invitó a los fieles a reflexionar sobre el significado espiritual del fin de los tiempos.

Según él, más que un evento físico, el fin del mundo debe ser visto como una llamada a la conversión y a vivir en comunión con Dios.

Sin embargo, la agencia espacial norteamericana desarrolla iniciativas concretas, que abarcan desde la vigilancia de asteroides hasta la lucha contra el cambio climático, las que reflejan el compromiso de la agencia espacial con la seguridad y el futuro del planeta.

Son ellas:

Defensa Planetaria: El programa DART. Uno de los proyectos más destacados es la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), cuyo objetivo es probar una técnica para desviar asteroides que puedan representar una amenaza para la Tierra. En noviembre de 2021, la NASA lanzó una nave espacial que, en septiembre de 2022, colisionó con éxito contra el asteroide Dimorphos, logrando alterar su órbita. Este experimento demostró que es posible cambiar la trayectoria de un asteroide, ofreciendo una herramienta potencialmente crucial para defender la humanidad del fin del mundo.

Monitoreo de asteroides y objetos cercanos a la Tierra: La NASA también ha establecido el programa Near-Earth Object Observations (NEOO), dedicado a la detección y seguimiento de asteroides y cometas que se acercan a la Tierra. Mediante telescopios terrestres y espaciales, este programa monitorea constantemente el cielo en busca de objetos que podrían representar un peligro. La información recopilada permite a los científicos evaluar las amenazas y planificar posibles respuestas con antelación.

Satélites de Observación Terrestre del Cambio climático: Además de las amenazas espaciales, la NASA está profundamente involucrada en la lucha contra el cambio climático. La agencia utiliza una flota de satélites para monitorear diversos aspectos del clima terrestre, como las concentraciones de gases de efecto invernadero, el nivel del mar y la temperatura global. Esta información es crucial para comprender los cambios en el clima y desarrollar estrategias para mitigarlos.

Misiones innovadoras: La NASA no solo se centra en la defensa y el monitoreo, sino que también busca expandir el conocimiento humano sobre el universo. Misiones como el telescopio espacial TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) y el telescopio James Webb están diseñadas para explorar exoplanetas y estudiar el cosmos, buscando respuestas a preguntas fundamentales sobre la existencia de vida más allá del planeta y los orígenes del universo.

El papa Francisco, aunque desde una posición ética-religiosa, es un defensor ferviente del medio ambiente y ha llamado a la humanidad a cuidar la Tierra como una casa común.

Según él, la destrucción del medio ambiente podría ser un factor que acelere un fin del mundo causado por el propio ser humano y acabe en el inmune apocalipsis.

El Panel intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), junto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), determinó que será complejo evitar la devastación si no se toman medidas.

En relación con los resultados del informe de climatología de estas entidades, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) deberían disminuir considerablemente para evitar un escenario catastrófico donde la humanidad no será viable.

Uno de los cambios que se deben aplicar es modificar las fuentes de electricidad, ya que estas son las que generan mayores cantidades de CO2 en el planeta. Además, estas son las mismas aumentan cada año.

El compuesto, generado por la actividad humana, produce gases de efecto invernadero que provocaron en el 2020 un aumento de la concentración en la atmósfera del 48%, según informó la Comisión Europea, próximamente.

Cambio climático

El objetivo de las autoridades debería ser disminuir la temperatura a los valores previos a los que había en 1800 y que la diferencia no supere los 1,5 grados centígrados. 

Los especialistas calculan que la temperatura global aumentó a 1,1 grados centígrados.

En 2006 Hawking había afirmado que la Tierra “podría terminar como Venus, con una temperatura de 250 grados centígrados y una lluvia de ácido sulfúrico”.

Años más tarde completó el concepto: “Para el año 2600, la población mundial estaría hombro con hombro, y el consumo de electricidad haría que la Tierra brillara al rojo vivo”.

Más allá de la advertencia formulada por Hawking en relación a un posible fin del mundo, el físico exhortó a la humanidad para que se tomen medidas en pos de cuidar el medio ambiente, profundizar en el desarrollo de tecnologías sostenibles así como también la posibilidad de colonizar otros planetas para precaver a la humanidad de un colapso inevitable de la Tierra.