La detención de una activista de Derechos Humanos en Venezuela moviliza a la región
En un comunicado conjunto, países de Latinoamérica, entre ellos Argentina, exigieron su inmediata liberación.
El Gobierno expresó su "profunda preocupación" por la detención de una activista de Derechos Humanos en Venezuela y pidió su liberación y la anulación de los cargos en su contra.
Se trata de la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, de 57 años y nacionalidad venezolano-española: fue detenida acusada de estar vinculada a una supuesta conspiración que incluía el asesinato del presidente del país caribeño, Nicolás Maduro.
Frente a esta situación, la Casa Rosada, junto a los gobiernos de Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Uruguay, manifestaron su "profunda preocupación por la detención arbitraria de la activista de derechos humanos Rocío San Miguel".
Además, hicieron "un enérgico llamado a las autoridades venezolanas a liberarla de inmediato y deponer los cargos realizados".
"De igual manera, rechazan las recientes medidas contra la Oficina Técnica de Asesoría del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Venezuela y reclaman por el respeto pleno de los derechos humanos, la vigencia del estado de derecho y la convocatoria de elecciones transparentes, libres, democráticas y competitivas sin proscripciones de ningún tipo", concluyó el comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.