La admisión a trámite que decidió el Tribunal Supremo de EEUU de un recurso contra el veto del estado de Misisipi a la interrupción del embarazo después de las 15 semanas de gestación suscitó una fuerte expectativa en todo el País del Norte.

Posiblemente para otoño, según se calcula en esferas del Palacio de Justicia, el veredicto que se emita podría poner fin a la doctrina legal sobre la que se basa el derecho de las mujeres a abortar en todo el territorio nacional, conocida como Roe vs Wade, que rige desde 1973.

Tras la resolución de la causa judicial que lleva ese nombre, la Corte estadounidense despenalizó el aborto inducido en todo el país.

Pero una ley aprobada por el Congreso de Mississippi, de mayoría republicana, directamente lo prohíbe después de la decimoquinta semana de gestación. Asimismo fueron dictadas otras leyes que vetarían la interrupción del embarazo a partir de la sexta semana.

Cortes de menor instancia de otros estados estuvieron bloqueando esa norma estatal, al considerar que no encuadra en el espíritu que guió a la Justicia hace 52 años cuando se legalizó el aborto.

Pero esta vez el caso de Mississippi pone en la obligación a la máxima instancia judicial de pronunciarse sobre una ley estatal que lo restringe a partir del refuerzo que le aportó la mayoría conservadora en noviembre pasado.

En la campaña para las elecciones presidenciales de EEUU el tema se había convertido en central, a raíz de la muerte de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg.

La vacante que dejó en septiembre fue aprovechada por Donald Trump, entonces Presidente, para nominar en su lugar a una magistrada conservadora y antiabortista, Amy Coney Barrett, cuya confirmación pocos días antes de las elecciones expandió aún más la mayoría derechista en la Corte (6-3).

La confirmación de Barrett fue celebrada por los conservadores que se oponen al aborto como una "victoria histórica", porque la jueza es contraria a ese derecho garantizado en EEUU desde 1973.

Precisamente el caso Dobbs contra la Organización para la Salud de las Mujeres Jackson, desafía la constitucionalidad de los abortos hechos después de la semana 15.

Será el primero sobre la interrupción del embarazo que vea la jueza Barrett, quien de todos modos, nada adelantó sobre su decisión. sobre el emblemático caso de Mississippi, ya que también tiene aprobadas otras leyes que prácticamente lo vetarían al ser detectado el latido del corazón del feto, es decir, a partir de la sexta semana.

La controversia, en consecuencia, pasa por determinar si el feto es viable fuera del seno materno transcurrido el límite de los algo más de 3 meses y medio de gestación.

Enfoque argentino

El desenlace judicial será seguido atentamente en todo el mundo, y en especial en Argentina, donde hace poco, el miércoles 30 de diciembre de 2020, se convirtió en el mayor país de América Latina en legalizar el aborto.

La Corte de EEUU reverá si el aborto sigue despenalizado o será vetado después de la semana 15 de embarazo

La nueva ley, aprobada inicialmente por la Cámara de Diputados el 11 de diciembre, legaliza la interrupción voluntaria del embarazo en las primeras 14 semanas de gestación, o sea una menos que en Misisipi.

La decisión supone una victoria histórica para las activistas y organizaciones defensoras de los derechos de la mujer en Argentina y podría marcar el camino hacia la despenalización de esta práctica en otros países de la región, comenta el sitio es.statista.com

La Corte de EEUU reverá si el aborto sigue despenalizado o será vetado después de la semana 15 de embarazo

En la actualidad, el aborto es legal y sin restricciones en cuanto a causa en otros tres Estados latinoamericanos: Cuba, Puerto Rico y Uruguay, enumera.

La práctica también se encuentra despenalizada en dos entidades federativas mexicanas, la Ciudad de México y Oaxaca.

Pero aun así, subraya, América Latina sigue siendo una de las regiones con las leyes más restrictivas en cuanto a derechos reproductivos.

Varios son los países que prohíben sin excepciones la interrupción del embarazo, entre ellos, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití.

En otros casos, los estados cuentan con sistemas de excepción o causales por las que se permite legalmente el aborto, por ejemplo, para proteger la vida o la salud de la mujer, concluye el reporte.