El nuevo Gobierno de Noruega tomó posesión este jueves, encabezado por el líder laborista Jonas Gahr Støre como primer ministro, quien estará al frente de una coalición en minoría de centroizquierda y pone fin a ocho años de ejecutivos de la conservadora Erna Solberg.

"Mis primeros pensamientos van hacia Kongsberg y quienes viven allí, quienes han muerto, están heridos o viven conmocionados por lo que le ha ocurrido a esta hermosa ciudad", expresó el funcionario luego del primer Consejo de Estado en el Palacio Real de Oslo, tras el ataque ocurrido el miércoles en esa localidad.

Los laboristas y centristas suman 76 de los 169 escaños del Parlamento noruego, y cuentan con el apoyo del Partido de Izquierda Socialista, el cual se retiró de las negociaciones para formar Gobierno hace dos semanas, pero garantiza la mayoría.

Entre las propuestas del nuevo Gobierno está recortar un 55 por ciento las emisiones de dióxido de carbono en 2030 y mantener a grandes rasgos la política fiscal del anterior Ejecutivo.

Støre se ha comprometido a continuar con la actividad petrolera exploratoria, aunque no en zonas protegidas del Ártico, un asunto que fue debatido en campaña y de interés en el mayor exportador de crudo de Europa occidental.

Tras ser designado por el rey Harald V en una sesión del Consejo de Estado, los 19 integrantes del nuevo Gobierno, diez mujeres y nueve hombres, se reunieron para su primera sesión del Consejo de Estado yrealizaron la repartición de responsabilidades.

El frente de centroizquierda, encabezado por el Partido Laborista, ganó las elecciones generales del pasado 13 de septiembre con el 56 por ciento de los votos, frente al 40,5 por ciento del bloque de derecha.