A pesar de la situación sanitaria creada por el aumento de casos y en contra de las advertencias de los científicos, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció este lunes el levantamiento de las restricciones para frenar los contagios de coronavirus, el próximo 19 de julio.

Confirmó que si todo avanza según lo previsto, el 19 de julio se eliminarán todas las restricciones por la Covid en Inglaterra, al concluir que el "exitoso" programa de vacunación será suficiente para contrarrestar el aumento de los contagios por la variante delta y que apelaba a la propia responsabilidad individual.

En su cuenta de Twitter subió que "Al llegar al cuarto paso, tenemos que sopesar los riesgos: los riesgos de la enfermedad y los riesgos de continuar con las restricciones impuestas legalmente, que inevitablemente cobran su precio en la vida y los medios de subsistencia de las personas".

Desde Downing Street, el jefe del Ejecutivo británico precisó que, si el 12 de julio se confirman los datos epidemiológicos favorables, la semana siguiente desaparecerán las "limitaciones legales" y podrán reabrir los sectores aún clausurados de la economía, como algunos grandes eventos y el ocio nocturno.

De modo que ya no habrá límite de aforo en teatros o cines o para que las personas se reúnan en interiores o al aire libre; no será obligatorio, aunque sí recomendable, el uso de mascarilla; se elimina la distancia personal y el Gobierno deja en manos de las empresas la decisión de si se trabaja desde casa.

Además, dijo que se está conversando con el sector turístico y las aerolíneas para tratar de eliminar la obligación de cumplir cuarentena para aquellos viajeros vacunados que regresen al Reino Unido desde un destino ámbar, como España, Francia o Italia.

Actualmente, solo se libran del encierro los países en la lista verde de destinos seguros, mientras que los desplazamientos a destinos rojos requieren aislarse en un hotel designado.

Reconoció que, a medida que se relajen las restricciones, aumentarán los casos de Covid, impulsados por la contagiosa variante delta, dominante en este país, pero también sostuvo que ahora en verano, con las escuelas cerradas, es el mejor momento para "aprender a convivir" con la enfermedad.

"Si no abrimos ahora, entonces ¿cuándo?", se preguntó, e indicó que el Gobierno tomó la decisión "sopesada y equilibrada" de proceder con la desescalada del confinamiento impuesto el pasado enero.

Responsabilidad ciudadana

El jefe del Ejecutivo británico explicó que, una vez se eliminen los imperativos legales –como le reclaman sus diputados–, los ciudadanos deberán emplear "su propio juicio" para valorar su comportamiento en cada situación.

"A medida que empezamos a aprender a convivir con este virus, todos debemos gestionar cuidadosamente los riesgos y ejercer nuestro propio juicio en nuestras vidas", declaró en la comparecencia, junto a los asesores médico y científicos del Ejecutivo, Chris Whitty, y Patrick Vallance.

Aunque las medidas anticipadas fueron bien recibidas por sectores como la restauración y la hostelería, varios expertos mostraron su inquietud por la retirada total de las restricciones y abogan por mantener la mascarilla en espacios cerrados, como el transporte.

El presidente de la Asociación Médica Británica, Chaand Nagpaul, advirtió que "no tiene sentido" dejar de cubrirse el rostro en espacios cerrados cuando los contagios van en aumento, y se preguntó por qué el Gobierno "quiere dejar que la gente se contagie".

Por su parte, la oposición laborista pidió al Ejecutivo que detalle qué nivel de muertes e infecciones considera que se puede aceptar a cambio de vivir sin restricciones.

Varios sindicatos que representan a personal del transporte y el comercio minorista avisaron, a su vez, que estos trabajadores afrontarán más riesgo si los clientes no llevan mascarilla.

Paralelamente, las aerolíneas de bajo coste Ryanair e EasyJet confirmaron que mantendrán de momento el uso de barbijos en sus aviones.

Según los últimos datos oficiales, el Reino Unido registró entre el domingo y el lunes 27.334 nuevos contagios, un 53,2% más que hace una semana, con 9 muertes, un aumento del 4,9%, hasta un total de 128.231 desde el inicio de la pandemia en marzo de 2021.

Hay 33,7 millones de personas totalmente vacunadas, un 64% de la población adulta, mientras que 45,3 millones, un 86,1%, recibieron la primera dosis.

El Gobierno prevé que todos los mayores de 18 años hayan sido inoculados a finales de septiembre. Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen competencias sanitarias y deciden su propio ritmo de desconfinamiento.