El detonante de las críticas fue una declaración del propio Duque ante una consulta del medio colombiano BluRadio, asegurando que la vacunación contra el COVID-19 tendría como "prioridad" a los ciudadanos colombianos.

Ante la consulta de qué sucedería con los extranjeros que viven en Colombia pero no tienen la ciudadanía, el mandatario fue enfático al decir que "por supuesto que no" recibirán la vacuna.

Si bien la postura del presidente afecta a cualquier extranjero residente en el país, fue interpretada como particularmente negativa para la comunidad de venezolanos, la colectividad extranjera más importante en el país.

La postura de Duque fue cuestionada por representantes de la oposición como el senador de Colombia Humana Gustavo Petro, quien consideró que el mensaje del presidente "logra que millones de colombianos aplaudan olvidando que hay millones de colombianos en Venezuela, Ecuador, EEUU y España y que para nada nos gustaría que los excluyeran de la vacuna".

La propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se expidió sobre la situación, manifestando su preocupación por "los discursos estigmatizantes y discriminatorios que tienden a excluir a las personas en contexto de movilidad humana de las campañas de vacunación y del acceso a las políticas de protección ante la pandemia de COVID-19".

A propósito del caso colombiano, el organismo internacional recordó que "los Estados deben garantizar a las personas migrantes, independientemente de su estado migratorio, el acceso voluntario y en igualdad de condiciones a las vacunas, tratamientos y demás acciones de protección".

https://twitter.com/CIDH/status/1341456937599315970