Las autoridades iraníes no han informado todos los detalles sobre lo ocurrido en su en su planta de Natanz. Sin embargo, el director de la Organización de Energía Atómica del país, Ali Akbar Salehi, dijo que fue causado por un acto de "terrorismo nuclear" y que su país se reserva el derecho de tomar acción contra los autores.

"Mientras condena este despreciable movimiento, Irán enfatiza en la necesidad de que la comunidad internacional y la Agencia Internacional de Energía Atómica se ocupen de este terrorismo nuclear y se reserva el derecho de tomar medidas contra los perpetradores", dijo Salehi.

Se habría tratado de un corte de energía eléctrica, que inicialmente se describió como un apagón causado por la red eléctrica que alimentaba sus talleres sobre el suelo y salas de enriquecimiento subterráneas, según el portavoz de la agencia nuclear iraní, Behruz Kamalvandí, quien agregó que el hecho “no provocó heridos ni contaminación” y que las causas están “bajo investigación”.

Más tarde, los medios de comunicación locales reportaron que Kamalvandí tuvo un accidente mientras visitaba el sitio, "sufriendo una fractura de cabeza y pierna".

La planta de Natanz es la mayor instalación de enriquecimiento de uranio en la República Islámica. Está construida ocho metros bajo tierra con la finalidad de evitar ataques. Se encuentra en el desierto, en la provincia central de Isfahan y está monitoreada por inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el organismo de control nuclear de la ONU.