La Guardia Revolucionaria iraní, que ya se había arrogado la autoría del ataque contra las bases irakíes en las que se encontraban soldados norteamericanos, instaron a los Estados Unidos a no responder "si no quieren una respuesta aún mayor".

En una comunicación oficial, la Guardia Revolucionaria advirtió, además, a los aliados de EEUU en la región que "si lanzan ataques desde sus países contra Irán, serán objeto de represalias".

En la Casa Blanca, en tanto, se reunió el Consejo de Seguridad con la presencia de los secretarios de Defensa y Estado, Mark Esper y Mike Pompeo, y el jefe del Estado Mayor conjunto, Mark Milley, para analizar junto al presidente Donald Trump la situación.