Investigan la existencia de un cementerio clandestino para víctimas de femicidios en San Salvador
El tema de las fosas comunes clandestinas no es nuevo en la capital de El Salvador. La imagen que ilustra este artículo es muestra de un antecedente.
Cerca de 40 cuerpos, la mayoría de los cuales se cree que eran de mujeres, fueron encontrados en la casa de un expolicía, que fue arrestado este mes por asesinar a dos mujeres en El Salvador.
Los funcionarios salvadoreños han realizado excavaciones en la vivienda durante los últimos días e investigan una posible red de asesinatos, consigna la prensa internacional.
Las autoridades de El Salvador han declarado que exhumar los cadáveres podría llevar hasta un mes.
Por el momento han sido recuperados los restos de al menos 24 personas en la casa, ubicada en el municipio de Chalchuapa, unos 78 kilómetros, al noroeste de la capital San Salvador.
Al menos 10 ciudadanos salvadoreños enfrentan cargos en relación con el cementerio, según la oficina del fiscal general, incluido el ex policía Hugo Ernesto Osorio Chávez, cuya casa se encuentra en el mismo sitio que el cementerio clandestino.
La Fiscalía General de la República (FGR) decretó la orden de detención provisional en contra de todos los imputados, a quienes se les señala por los delitos de homicidio y feminicidio agravados.
Medios locales informaron que el ministro de Interior de El Salvador, Gustavo Villatoro, justificó la captura de estas personas diciendo que no se equivocaron y que la misma resolución del juez de detenerlos de manera preventiva les confirmó que están por buen camino.
“Hemos sacado de las calles a 12 homicidas y que las evidencias analizadas nos otorga suficientes indicios contra los detenidos”, acotó.
Por su parte, el ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, aseguró que los restos esqueléticos serán reensamblados y sometidos a pruebas de ADN para determinar sus identidades. Además indicó que la profundidad de los pozos donde se encontraron los restos sugiere que más de una persona estuvo involucrada en el entierro.
Las autoridades han dicho que el caso reveló la existencia de una red de asesinatos que pudo haber operado durante una década.
, y se ha especulado en los medios locales que ese grupo podría haber matado a hasta 20 personas.
Decenas de personas que creían que sus familiares desaparecidos podrían estar entre los cadáveres se han reunido frente a la casa, que estaba custodiada por una fuerte presencia policial.
“El motivo de la visita a este lugar es porque tenemos certeza de que podemos encontrar una evidencia o el cuerpo de una muchacha que desapareció hace cinco años, en 2016”, comentó uno de los familiares a los medios locales.
El principal acusado en esta trama es el ex policía Hugo Osorio Chávez, detenido la semana pasada por asesinar a una mujer de 57 años y a su hija de 26 años. Los cuerpos de ambas víctimas fueron encontrados con golpes en el cráneo, a pocas horas de haber sido enterradas.
La policía arrestó a Chávez Osorio dentro de su residencia luego de que, supuestamente, intentara suicidarse, cortándose ambas muñecas. El hombre de 51 años, quien había sido investigado previamente por delitos sexuales, confesó haber matado a los dos. El imputado ha sido procesado por cargos de homicidio y feminicidio agravado.
Las autoridades habían expulsado a Chávez Osorio de la Policía Nacional Civil (PNC) hace más de 10 años por varias conductas antiprofesionales, entre ellas desviaciones mentales e incluso sexuales, indica el sitio France24.com
El incidente ha puesto de relieve el tema de los feminicidios en el país de 6,7 millones, que registró 70 crímenes contra mujeres el año pasado. En 2019, hubo 111 feminicidios, según datos policiales.
La violencia contra las mujeres en América Latina, incluidos los feminicidios, se agravó durante la pandemia de coronavirus, de acuerdo con los grupos de ayuda.