El mal tiempo en el oeste de Alemania dejó al menos 103 personas muertas y más de 1300 desaparecidos, confirmaron las autoridades. Más de 15.900 trabajadores de los servicios de emergencia intentan hacerle frente a situación a pesar de que las condiciones climáticas empeoraban, informa la prensa internacional. Bélgica y los Países Bajos son las otras naciones que sufren con esta catástrofe ambiental.

 El colapso en el sistema de telefonía móvil demoraba este viernes el flujo de datos relacionados con las pérdidas humanas y materiales.

Al menos 43 muertes habían sido confirmadas en el estado de Renania del Norte-Westfalia y 60 en el vecino Renania-Palatinado. 

Las fuertes lluvias que se abatieron en principio sobre el norte del continente europeo y que afectaron en particular a Alemania desencadenaron en graves inundaciones y derrumbes. Malu Dreyer, primera ministra del estado de Renania-Palatinado, identificó los acontecimientos como "inundaciones de dimensiones catastróficas". El estado que gobierna y el de Renania del Norte-Westfali son los más golpeados por la emergencia, informa el sitio France24.com

  Allí, más de 130.000 hogares se encuentran sin energía y a la espera de ayuda de las autoridades. 

Las inundaciones arrasaron con vehículos y casas y miles de personas han tenido que evacuar ante las fuertes inundaciones. La operación de rescate cuenta con 3.900 trabajadores que han intervenido en más de 2.000 ocasiones, mientras el agua alcanza una altura de 40 cm en algunas zonas.

Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo también sufren las repercusiones de la emergencia. Las autoridades belgas informaron seis víctimas mortales de esta catástrofe. Además, algunas ciudades del este sufrieron daños materiales. Ese país contabilizaba 14 decesos.  Además, aproximadamente 41.000 hogares permanecen sin electricidad.  Asimismo, muchas viviendas sufren la escasez de agua potable.

Cerca de la ciudad el río Vesdre se desbordó e inundó las calles de Pepinster, una comuna belga. 

Allí, fracasó una operación de rescate llevada a cabo por los bomberos de la zona y un bote se volcó en el río, dejando a tres ancianos desparecidos. 

El alcalde Philippe Godin explicó que las personas se hundieron "rápidamente" y expresó que "me temo que están muertos". Los expertos del país prevén que en un solo día podría llover más de lo que llueve en todo un mes de verano. 

Por eso, Bélgica pidió ayuda a la comunidad europea, que acudió en su auxilio. Francia envió 40 militares y un helicóptero a este país, según informó a través de su cuenta de Twitter el primer ministro Jean Castex. Austria e Italia también proporcionaron ayuda enviando equipos de salvamento vía barco. 

Mientras tanto, las autoridades de los Países Bajos han sugerido al público evacuar la provincia de Limburgo ante los efectos de las lluvias que someten al país. Los expertos consideran que una de las principales razones de este fenómeno es el cambio climático. En la región europea, las inundaciones están muy presentes. Existen dos tipos de respuestas producidas por lluvias intensas. O se desbordan los ríos o se llevan a cabo los deshielos.

El último desborde de ríos importantes como el Rin, Mosa y Sena a causa de las lluvias fue en 1995. Los países afectados fueron Alemania, Holanda, Bélgica y Francia. Entonces, más de 250.000 personas fueron evacuadas y 25 murieron. Los daños materiales fueron de 3.000 millones de dólares.

El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, pidió "luchar con decisión" contra el cambio climático. Este desastre natural registra la cifra más alta de pérdida de vidas en el país germano desde 1962, donde 340 personas murieron.