Una catástrofe para los indonesios. Al menos 44 personas perdieron la vida este domingo 4 de abril debido a las fuertes riadas y deslizamientos de tierra en la isla de Flores, al este del archipiélago, según indicaron los servicios de rescate, que temen un balance final peor.

"Hay 44 muertos y nueve heridos" en la región oriental de isla de Flores, y "muchos (...) están todavía bajo el barro", declaró a AFP Raditya Jati, director de la agencia nacional de gestión de catástrofes (llamado Centro de Datos Información y Comunicación de Desastres). De hecho, ya hay 27 desaparecidos, entre estas cifras que se concentran especialmente en la isla de Flores.

Entre la noche del sábado al domingo, las lluvias torrenciales provocaron inundaciones en varios distritos de la isla a horas de las celebraciones finales de Pascua, en un territorio en el que la mayoría de la población es de religión católica. De igual modo, decenas de viviendas quedaron enterradas en el lodo –algunas incluso se vieron arrastradas por el barro–, mientras que cinco puentes y otras carreteras terminaron destruidos en la parte oriental, afectando a hasta 49 familias.

Ahora la única vía de acceso es marítima desde la isla de Adonara. Sin embargo, Jati reveló que "las lluvias y un fuerte oleaje no han permitido ningún cruce", ni siquiera de equipos de rescate. Y se prevé que siga así, ante condiciones meteorológicas extremas que podrían extenderse a toda la semana en la región.

Ya en la ciudad de Bima, en la provincia vecina de Western Sunda, las inundaciones por las precipitaciones  provocaron la muerte de dos personas, de acuerdo a la agencia nacional. Las presas de agua desbordaron, sumergiendo a casi 10.000 hogares en hasta dos metros de profundidad, tras nueve horas de aguacero. Los campos de cultivo, de más de 290 hectáreas, también quedaron afectados por el desbordamiento de varios embalses.

Los deslizamientos de tierra y las inundaciones repentinas son comunes en el archipiélago, sobre todo durante la temporada de lluvias, que va de noviembre a marzo. En lo que va de 2021, en Indonesia han acontecido hasta 1.030 desastres naturales, entre aludes de tierra, terremotos e incendios, causando 282 muertes. Pero los defensores del medio ambiente subrayan que es la deforestación la que está propiciando estas catástrofes.

Solo en enero pasado, 40 indonesios fallecieron por inundaciones en la ciudad de Sumedang, en el oeste de Java. Ahora, la agencia nacional de gestión de catástrofes estima que 125 millones de ciudadanos, la mitad de la población indonesia, se encuentran viviendo en regiones de riesgo.