Varias zonas del este y el sureste de Inglaterra estarán sujetas a partir del sábado a las más estrictas restricciones locales contra la propagación del coronavirus, anunció hoy el ministro de Salud británico, Matt Hancock. En una intervención ante el Parlamento, el ministro dijo que los casos de coronavirus y las hospitalizaciones de pacientes infectados aumentaron un 46% y un 30%, respectivamente, la semana pasada en el sur de Inglaterra.

Con esta decisión del Gobierno británico, a partir del fin de semana, 38 millones de personas, el 68% de la población de Inglaterra, se encontrará en el nivel de alerta máximo debido a la pandemia.

En ese nivel, los bares y restaurantes solo pueden vender comida para llevar. Hoteles, museos, cine y teatros deben cerrar, pero pueden permanecer abiertos todos los comercios y las escuelas.

Londres, su zona metropolitana y partes de los condados circundantes ya entraron ayer en el máximo nivel de restricciones debido a un importante aumento en los contagios de Covid-19.

Uno de los países de Europa más afectados por la pandemia, con más de 65.000 muertos, el Reino Unido se enfrenta actualmente a una segunda ola de coronavirus.

Pese a todo, el Gobierno decidió permitir una relajación de las restricciones entre el 23 y el 27 de diciembre para que las familias puedan viajar y reunirse en Navidad.

Sin embargo, Hancock, como había hecho la víspera el primer ministro Boris Johnson, llamó a la población a comportarse con prudencia. Refiriéndose a las reglas, el ministro consideró "esencial que todos se apeguen a ellas y hagan lo correcto".

"Es importante recordar que (...) una de cada tres personas con la enfermedad no tiene síntomas pero sí puede transmitirla", subrayó.