Se acaba la esperanza de encontrar con vida a los 53 ocupantes del submarino indonesio desaparecido. La armada del país informó que los rescatistas hallaron elementos flotando alrededor de la última ubicación del navío por lo que se creen que provienen de él.

En una rueda de prensa este sábado 24 de abril, funcionarios de la marina indonesia mostraron imágenes de escombros, incluidos fragmentos de tapete, una botella de grasa utilizada para lubricar el periscopio del submarino y un dispositivo que protege un torpedo, elemento que según las autoridades no podría haber venido de otra embarcación. Hasta el momento, no se han encontrado cuerpos.

Tras los hallazgos, la marina declaró oficialmente que el KRI Nanggala 402 se hundió. "Con la evidencia que encontramos que se cree que proviene del submarino, ahora hemos pasado de la fase de 'submarino desaparecido' a 'submarino hundido'", aseguró el Jefe del Estado Mayor de la Armada de Indonesia, Yudo Margono.

Asimismo, Margono indicó que algún tipo de presión pudo haber hundido la embarcación y la inmersión habría dado lugar a grietas en el barco. Aseguró que la presencia de una mancha de petróleo en el área donde el navío se zambulló sería una prueba clara de ello.

Los escáneres detectaron que el submarino estaba a unos 850 metros de profundidad, mucho más allá de sus límites de supervivencia. Además, el suministro de oxígeno con el que contaba se agotó en la madrugada de este sábado.

Sin embargo, las autoridades informaron que no desistirán de las labores para encontrar el sumergible.

"Ahora dependerá de los investigadores establecer la cronología de los eventos y determinar la causa. Al mismo tiempo, se habrían hecho planes para evaluar la viabilidad de recuperar el submarino a una profundidad tan extrema (…) Es técnicamente posible hacerlo, aunque creo que Indonesia tendrá que solicitar ayuda extranjera en esto", indicó Collin Koh, investigador miembro del Instituto de Estudios Estratégicos y de Defensa, de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam, con sede en la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur.

Varios funcionarios indonesios, incluido el ministro de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, enviaron sus condolencias a las familias a través de las redes sociales.