El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó este miércoles con su Vice, Kamala Harris, uno de los tres sitios donde se estrellaron aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001, en conmemoración de los fatídicos hechos que costaron la vida a casi 3.000 personas con la caída de las Torres Gemelas en el centro de la escena.

La vicepresidenta y candidata demócrata para las elecciones de noviembre, Kamala Harris, y el expresidente y actual aspirante republicano, Donald Trump, se volvieron a encontrar este miércoles con un nuevo apretón de manos incluido, horas después de mantener un intenso debate televisado en su carrera a la Casa Blanca.

Ambos políticos coincidieron en la conocida como "zona cero" del World Trade Center (Nueva York) con motivo del acto conmemorativo por el 23 aniversario del 11-S.

Enfundada en un traje oscuro con el habitual lazo azul en la solapa de la chaqueta en solidaridad con las víctimas y sus familiares, Harris llegó al acto justo detrás del Presidente, Joe Biden, según las crónicas de los medios internacionales. Ella se mostró muy sonriente y amigable al saludar al líder de la mayoría demócrata en el Senado y senador por Nueva York, Chuck Schumer, revela el sitio dw. Por su parte, Trump acudió acompañado por su hipotético vicepresidente en caso de regresar al Despacho Oval, JD Vance; ambos ataviados con trajes azul marino y corbata roja más sus respectivos lazos azules.

Harris y Trump se estrecharon la mano fraternalmente y mantuvieron una breve conversación, de apenas unos pocos segundos, en la que se les pudo ver con un tono cordial que terminó con un "gracias" por parte del político republicano. Se trata de la segunda vez que mantienen un contacto directo a lo largo de sus dilatadas carreras y ocurrió apenas horas después del debate de anoche, cuando era la primera vez que protagonizaban un intercambio dialéctico.

Posteriormente, posaron para una foto oficial en la que también apareció el propio Biden, Schumer y el exalcalde de Nueva York de 2002 a 2013, Michael Bloomberg.        

Cada 11 de septiembre, los dos fosos que reemplazan a las Torres Gemelas, y en los que están inscritos los nombres de los muertos en el atentado, se llenan de banderas de los Estados Unidos y rosas, en unos actos sobrios que duran varias horas. El evento incluye un desfile militar, la asistencia y el discurso de centenarios de familiares con fotografías para recordar a los allegados que perdieron la vida en el atentado, la lectura de los nombres de cada uno de los fallecidos y diversos minutos de silencio.

Durante los primeros treinta minutos de este homenaje solemne, Harris mostró un gesto serio y, por momentos, mirando al suelo, mientras que Trump mantenía una posición erguida hacia el frente.

Aunque el homenaje central se celebra en Nueva York, hay también actos en el Pentágono y en Shaksville (Pensilvania) donde se protagonizaron otros dos aviones en aquella trágica jornada.

"Sólo podemos imaginar el dolor y la angustia que las familias y los sobrevivientes del 11 de septiembre han sentido todos los días durante los últimos 23 años y siempre recordaremos y honraremos a aquellos que nos fueron arrebatados demasiado pronto", comentó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a los periodistas a bordo del Air Force One el martes.

Biden emitió una proclamación en honor a quienes murieron como resultado de los ataques, así como a los cientos de miles de estadounidenses que se ofrecieron como voluntarios para el servicio militar después.

"Debemos a estos patriotas de la generación del 11 de septiembre una deuda de gratitud que nunca podremos pagar por completo", aseveró Biden.