Por Antonio D’Eramo

El primer golpe a la globalización lo asestó el coronavirus. Sus consecuencias fueron mundiales al igual que la desestabilización financiera que ha producido, con países desarrollados tomando deuda, para salir de la recesión que conllevaron las cuarentenas. El colombiano Pérez Pinedo afirmó sobre la cuestión “somos regiones que tienen muchos puntos en común pero somos dos regiones muy asimétricas. En Europa consideran muy extraño que se hayan debido endeudar por mandato de la pandemia a diferencia de nosotros, en América Latina, que vivimos endeudados. Esa es nuestra costumbre y necesidad”.

El segundo golpe ha sido la decisión del gobierno de la Federación de Rusia de invadir a Ucrania. Un hecho que cambia las reglas de juego de la política internacional al menos desde los Juicios de Núremberg de 1946 hasta nuestros días. El legislador español del PSOE, Javi López, explicó “La declaración de Eurolat tratará la guerra en Ucrania porque por primera vez desde la segunda guerra mundial tenemos una lógica de conquista de un país sobre otro en suelo europeo que está provocando millones de desplazados y si la agresión de Rusia continúa las calamidades no harán más que aumentar. Se ha violado el derecho penal internacional público”.

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Usted ha explicado en sus intervenciones que la situación en Ucrania es tan grave para la actualidad europea que puede repercutir en la seguridad alimentaria mundial. ¿Puede explicarnos las implicancias de esa afirmación?

Javi López: “La guerra conlleva una consecuencia muy relevante sobre todo el planeta. La preocupación por la seguridad alimentaria. Le diría que hay un enorme miedo sobre el impacto que pueda tener en el  abastecimiento de alimentos en el planeta. Hay un grupo de trabajo específico del Eurolat que estudiará el tema en estas jornadas en Buenos Aires. Y se justifica porque buena parte del trigo y de la producción agrícola que abastece a Europa está en Ucrania y Rusia es el mayor productor de fertilizantes del planeta y estos hechos van a tener repercusión sobre la producción de alimentos y en algunas zonas se pueden producir hambrunas. Esa es, lamentablemente, una de las graves consecuencias que se registran”.

En ese sentido la invasión a Ucrania viene traer más desequilibrios y riesgos a los que ya generó la crisis por el Covid-19. ¿Cómo está saliendo Europa de las consecuencias económicas por las cuarentenas?

Javi López: “En primer lugar el combate a la pandemia nos obliga a seguir escuchando a los científicos. Y, nos obliga a hacerlo, continuando con el proceso de vacunación porque si bien está muy desarrollado hay muchas partes del planeta donde aún no se ha podido llevar a cabo. Las vacunas debe ser un bien público global y se debe facilitar el acceso a toda la Humanidad de los fármacos porque siempre está el riesgo de que se formen nuevas cepas. O sea, no sólo por justicia sino por el bien del conjunto de la población del planeta. Acerca del impacto económico está pandemia nos ha puesto en hibernación. Durante un año se paró el comercio internacional, la producción del planeta y eso ha provocado grandes estragos sociales. La UE ha tenido que repensar su política económica y por primera vez ha emitido deuda europea por 750 mil millones de dólares. Y este hecho nos obliga a pensar cómo podemos tener una recuperación económica que tenga en cuenta la dimensión social. Deberemos volcar recursos públicos generar inversiones y conseguir margen fiscal para los estados nacionales que deben reactivar sus economías”.

En América Latina estamos habituados a convivir con estrechos márgenes fiscales cuando no déficits y deudas que deberán ser pagadas por los futuros habitantes de la región. ¿No creen que se trata de dos realidades diferentes?

Pérez Pinedo: “como colombiano y latinoamericano debo decir que las dos regiones tienen muchos puntos en común, históricos, culturales, económicos pero también somos regiones muy asimétricas porque para Europa es muy extraño que se hayan debido endeudar por mandato de la pandemia mientras que para América Latina no es novedad porque vivimos endeudados. Ahora bien, por culpa de la pandemia la deuda pública de nuestros países ha crecido vertiginosamente. Además, las crisis fiscales de nuestras economías se han acentuado. Venían de un estado calamitoso pero ahora ya pasó a ser crítico. No hay una sola economía latinoamericana que pueda decir que es superavitaria. Esa es una razón concreta de las políticas de Estado que debemos solucionar. Por eso, en esta vigésimo cuarta asamblea nos ocuparemos de todos estos temas. Debemos encontrar soluciones para enfrentar nuestras crisis fiscales, de deuda pública y sanitarias”.

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¿Cree usted que la crisis por el coronavirus se ha superado en América Latina?

Pérez Pinedo: “No, la crisis sanitaria y la pandemia no han pasado. Hay un relajamiento que está ignorando unas posibles cepas de Covid-19 que puedan aparecer en el futuro y hacia el interior de nuestra región también hay unas enormes asimetrías y unos países que están más adelantados que otros en materia de vacunación”.

Se han cumplido 40 años de la guerra de Malvinas y el Reino Unido continúa desoyendo la resolución 2065 de la Asamblea General de Naciones Unidas que reconoció la disputa, denunció el colonialismo e invitó a las partes a resolver las diferencias. ¿Se habilitará este tema en la declaración final del Eurolat?

Si, se tratará el tema. Y es un hecho de enorme preocupación no sólo para los argentinos sino para la América Latina en general y hemos hecho un llamado que invoca al diálogo diplomático para que se logre una aproximación que logre evitar una tragedia como la que sucedió hace cuarenta años. Por lo que habrá una declaración convocando a una comprensión de parte de Europa que llegue a los oídos de Gran Bretaña para que acepte las resoluciones de la ONU.