Haití preocupa al papa Francisco, los EEUU y Dominicana
Un contingente con 17 misioneros en su mayoría estadounidense continúa secuestrado por una pandilla de bandidos bajo amenaza de muerte. Pero ese es uno de los problemas que afronta el país.
El desbarranco absoluto de Haití preocupa al mundo, en especial al papa Francisco, quien ya se ha expresado, pero también a los Estados Unidos y a su vecina República Dominicana, nación con la que comparte la isla La Española.
El papa Francisco solicitó el fin de semana a los líderes globales auxiliar a la nación antillana.
"Cuánto sufrimiento, cuánto dolor hay en esta tierra. Oremos juntos por Haití, no los abandonemos", escribió en una red social.
De su lado, en los Estados Unidos no encuentran la manera de liberar a un contingente de ciudadanos religiosos, que todavía sigue secuestrado.
Son 17 misioneros, 16 estadounidenses y un canadiense, de la organización religiosa Christian Aid Ministries, cautivos de la pandilla '400 Mawozo'. La banda criminal pide un rescate de un millón de dólares por cada rehén o 17 millones por el conjunto, que incluye a cinco niños. Si eso no sucede, amenazan con asesinarlos.
El asesor de Seguridad de EE.UU., Jake Sullivan, dijo la semana pasada que su país había activado a un "número significativo" de medios y especialistas para la liberación de los misioneros, tras asegurar que el propio Joe Biden está directamente involucrado en el plan de rescate.
Mientras la situación en Haití es cada vez más complicada, las advertencias de su vecino no se han hecho esperar. Esta semana, el canciller de República Dominicana, Roberto Álvarez, indicó que a pesar de las alertas que ha dado su país sobre la crisis haitiana, aún no hay una reacción desde la comunidad internacional.
"República Dominicana viene llamando la atención de la comunidad internacional sobre la alarmante situación en Haití, sin reacción debida", dijo Álvarez en Twitter, donde citó un artículo de opinión del Washington Post, titulado "Haití desciende al caos, mientras el mundo continúa mirando para otro lado".
Por su parte, el presidente dominicano, Luis Abinader, ha sido reiterativo en la solicitud de realizar una cumbre internacional para encontrar una solución a la crisis haitiana e insiste en que la comunidad internacional, "en particular los Estados Unidos, Canadá, Francia y la Unión Europea, deben actuar en Haití y con urgencia".
Mientras tanto, aseguró que su país seguirá aplicando "medidas migratorias más estrictas" y en ese sentido decidió "pausar indefinidamente" el programa especial de visados para estudiantes haitianos.
Del lado haitiano, el canciller haitiano Claude Joseph respondió que su país también sufre el "aumento de la delincuencia" y citó la advertencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos, del 25 de octubre, que indica sobre el peligro de viajar a la isla que comparten República Dominicana y Haití.
Además, Joseph hizo un llamado en Twitter al gobierno dominicano a "trabajar juntos para frenar el problema de la inseguridad en la isla".
Mientras tanto, el comandante del Ejército dominicano, Julio Florián, informó el pasado viernes que desplegaría un operativo en la frontera con 11.000 soldados para observar y actuar ante la tensa situación en Haití, todo según un informe que firma en el sitio Actualidad.rt.com Orlando Rangel Y.