El ejército de Burkina Faso anunció que destituyó al presidente Roch Marc Christian Kabore, disolvió el Gobierno y la Asamblea Nacional y cerró las fronteras. En tanto, el partido gobernante indicó que el mandatario sobrevivió a un intento de asesinato.

De acuerdo con la declaración, "el motín sencillo iniciado por algunos elementos del ejército el 23 de enero de 2022 está avanzando hora tras hora hacia un golpe militar contra nuestra muy difícilmente obtenida democracia". También indicó que hubo un "intento de asesinato fallido" contra el presidente Kabore elegido de forma democrática.

El MPP además mencionó varios hechos como "el Palacio de Kosyam rodeado por un grupo de hombres encapuchados fuertemente armados" y la "ocupación de la radio y televisión nacionales".

El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a todos los actores en Burkina Faso a ejercer autocontrol y optar por el diálogo. El jefe de la ONU "condena en términos enérgicos cualquier intento de apoderarse de un Gobierno por la fuerza de las armas" y "hace un llamado a los líderes golpistas para que depongan las armas".

Guterres también exhortó a los líderes golpistas a "garantizar la protección de la integridad física del presidente y de las instituciones de Burkina Faso", añadió.

Por otro lado, Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, condenó el "intento golpista" en Burkina Faso.

"Faki condena enérgicamente el intento golpista contra el presidente elegido de forma democrática y hace un llamado al ejército y a las fuerzas de seguridad de Burkina Faso a apegarse estrictamente a su vocación republicana, a garantizar el bienestar físico del presidente, así como de todos los miembros de su Gobierno", manifestó.